El cruce a Avellaneda se dio porque, al ser el puerto de La Boca muy activo, no había posibilidades de practicar este deporte. En aquellos primeros años, el “Brown” se lucía en las competencias locales, sobre todo con sus deportistas mujeres.

Corría 1968 cuando el proyecto de construcción de la Autopista Buenos Aires-La Plata empezaba a dar sus primeros pasos y la Dirección Nacional de Vialidad expropiaba parte del terreno perimetral al arroyo, dejando al club sin rampa de botes. Esto motivó el decaimiento lógico de la entidad, que perdía la posibilidad de practicar su actividad principal: el remo.

En los mediados de los años ’70, la Armada –atenta a las necesidades del club- les cedió un terreno en Juan Díaz de Solís, ribera oeste del Puerto de Dock Sud, a diez cuadras del arroyo Maciel, hacia donde trasladaron todos los botes.

“En realidad los grandes remeros eran de la Capital y ya habían partido hacia otro clubes de Tigre y La Plata, por lo que quedan muy poquitos en el Brown. Eso dura hasta 1984, cuando para darle un terreno a la empresa Maruba, nos echan de ahí”, contó a La Ciudad Roberto Naone, del Club de Regatas Almirante Brown.

La entidad poco a poco se fue quedando sin socios, sin ingresos económicos, sin material flotante y con las instalaciones deterioradas por la falta de uso y mantenimiento.

En ese marco, en 2007, con motivo de conmemorarse el 150° Aniversario del fallecimiento del Almirante Guillermo Brown, viejos socios y exdirigentes se organizaron para poner nuevamente en marcha el proceso de recuperación del Club de Regatas.

En junio de ese año, vecinos, ex dirigentes y antiguos remeros coincidieron en un acto en el Instituto Nacional Browniano y, ahí, empezó a gestarse el resurgimiento de la entidad.

Por aquellos años eran cerca de 30 personas la que trabajaron en la recuperación del club, primero en forma plenaria, regularizando los temas administrativos y luego con las actividades tradicionales.

Para recuperar la Personería Jurídica hubo que trabajar mucho, de hecho tuvieron que presentar diez balances que no estaban oficializados. Y así, muchas tramitaciones, incluso con la Municipalidad para ver si podían relocalizarse.

Más allá del logro, no todo fueron “rosas” en la recuperación del club. “Teníamos desde 1968 un documento de Vialidad Nacional por el cual nos expropiaban una parte del club, que justo era el galpón de botes, a cambio de garantizarnos la vía de agua libre para navegar al riachuelo, pero nunca cumplió”, remarcó Naone.

Desde 2008, el club está hablando con las autoridades de la Municipalidad de Avellaneda para canjear las dos manzanas que tienen en la actualidad en Manuel Estevez 985 por uno predio sobre la ribera en la desembocadura del Maciel en el Riachuelo.

Sin respuesta pese al paso de los años, hoy esos terrenos están por una parte usurpados y, en el otro sector, el que les había sido cedido durante la administración del intendente Luis Sagol, el Municipio comenzó a construir un centro deportivo.

“Nuestro objetivo sigue siendo canjear los 1.500 metros cuadrados que nos quedan, porque el resto la Municipalidad se los ‘autodevolvió’”, sostuvo.

Propuesta
“En los predios del anterior Astillero Alianza, ahora Exologista, donde el Municipio quiere mudar a los vecinos de la Villa Inflamable, nosotros propusimos insertar también al club, y llamar al lugar Barrio Parque Almirante Brown. A toda esa gente, nueva, le damos un objetivo social que es identificarse con el Riachuelo”, explicó Roberto Naone.

Actividades
Todos aquellos que quieran conocer o practicar remo tienen las puertas abiertas en el Club Regatas Almirante Brown. Como requisito, es necesario comunicarse al menos diez días antes al 15-3777-2519 para poder tramitar los seguros correspondientes para poder navegar.

Cabe destacar que este deporte permite que naveguen chicos de cerca de 14 años con adultos mayores, por lo que es ideal para practicar y compartir en familia.