El cigarrillo multiplica por seis el riesgo de infarto en jóvenes

Un informe español sostuvo que este mal hábito es una de las principales razones por las que los menores de 46 años sufren problemas de corazón. “Alrededor del 75% de los pacientes jóvenes que sufren un infarto son fumadores”, dijeron los investigadores

El trabajo se realizó sobre la base de 12 mil pacientes, y reveló que el consumo de tabaco es una de las principales causas de infarto de miocardio en jóvenes, informó el sitio web ABC.

Publicado por la Revista Española de Cardiología, de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la investigación señaló que este mal hábito multiplica por seis las posibilidades de que personas de menos de 46 años sufrieran este problema.

Eva Andrés, miembro de la Unidad de Investigación y Epidemiología Clínica del Hospital Universitario 12 de Octubre y una de las autoras del estudio, afirmó que “alrededor del 75% de los pacientes jóvenes que sufren un infarto son fumadores”.

El estudio analizó a 12.096 pacientes internados debido a un infarto de miocardio. De ellos, 685 habían nacido prematuramente.

Se comprobó que el perfil de peligro cardiovascular es diferente en pacientes jóvenes en comparación con el resto de los afectados por esta dolencia: mientras que en los primeros los factores de riesgo fueron el tabaco (eran fumadores el 76,78%) y la dislipemia (exceso de grasa en sangre, en un 50,21% de los internados), en los mayores de 46 años los factores de riesgo son la hipertensión (47,72%), la dislipemia (35,79%), la diabetes (28,09%) y el tabaco (24,46%).

También se comprobó que cerca del 90% de los infartos de miocardio en personas menores de 46 años se produce en hombres. Andrés explicó que esto se debe a que el tabaco y la dislipemia son mucho más prevalentes en este género, aunque aclaró que “en los próximos años el porcentaje tenderá a irse igualando entre hombres y mujeres, ya que éstas son cada vez más fumadoras”.

Finalmente, el estudio resaltó el fuerte impacto social, médico y económico que genera un infarto prematuro, no sólo por la baja o incapacidad laboral que puede producir en pacientes que forman parte de la población laboralmente activa sino por el mayor uso de los recursos médicos y sanitarios que un país deberá emplear en ellos.

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