El jardín maternal y de infantes «El Castillo de los Juegos» cumplió veinte años de vida trabajando al servicio de las familias de Avellaneda y, en especial, de los más chiquitos.

El establecimiento, ubicado en Lavalle 71, nació en 1994 por iniciativa de Juan Carlos Bilelló, quien por ese entonces era uno de los propietarios mayoritarios del Colegio San Martín e hijo de su directora, Asunción Flores.

«En aquellos comienzos de los ’90, Bilelló se propuso crear un jardín, pero no encontró el apoyo de su familia» recordó su esposa y actual representante legal de «El Castillo de los Juegos», Ana María Alba.

Ante esa negativa, Ana María y Juan Carlos decidieron tomar las riendas de la iniciativa y tratar de concretarla. «Primero habíamos visto una propiedad en la misma cuadra y después surgió la posibilidad de comprar esta sede, que la adaptamos para jardín maternal», aseguró.

En los comienzos, funcionaba solo el nivel inicial, con salas para chicos de 3, 4 y 5 años, mientras que en el maternal había muy pocos chicos y solo funcionaba como las clásicas «guarderías» de aquellos años.

Tras el fallecimiento de Juan Carlos Bilelló en 2001, su esposa se encargó de realizar todos los trámites y cumplir con todos los requisitos para poder empezar a funcionar como maternal.

«Los requisitos eran muchos y fuimos cumpliendo todos, desde las normas de seguridad, hasta los espacios físicos y la cantidad de docentes y de alumnos -informó- todo tiene que estar controlado en forma continua».

La cantidad de chicos por sala quizá hace que, desde el punto de vista económico, no sea muy redituable. Pese a ello, la cuota es mucho más accesible que la de establecimientos similares en otros distritos.

«Juan Carlos me enseñó que uno puede vivir bien del jardín, pero no hacerse rico. Yo a esto lo quiero como al hijo que no tuve, trabajo en el San Martín donde también soy dueña y lo que gano lo pongo para arreglar este jardín», aseguró Ana María Alba.
Consultada sobre los inicios, comentó que tenían apenas una matrícula de 14 chicos. «La mayoría era de gente muy conocida en Avellaneda, como las familias Fernández Prieto, Ferraresi y Grondona», remarcó.

En cuanto al funcionamiento actual, comentó que el jardín maternal está dividido en los grupos «Lactantes», «Deambula I», «Deambula II» y «Deambula III».

«El Deambula I está integrado por los nenes que están dando los primeros pasitos, son esos nenes que tocan todo y, por eso, hay que ponerlos es un sector donde estén solos», explicó.

«Los chicos de Deambula II ya caminan más firme y hay que tener cuidado porque no hablan y lo primero que hacen es morder, porque no saben defenderse -afirmó- por lo que la docente tiene que estar muy atenta».

En tanto, en el «Deambula III» están los más grandes, que son más inquietos, los que empiezan a hablar a «media lengua».

Con relación a los servicios que reciben todos los chicos de entre 45 días y 5 años, Alba destacó que reciben la alimentación adecuada para el correcto desarrollo.

En la actualidad, el jardín tiene una matrícula superior a los 300 chicos y funciona de 7 a 19 horas. Aquellas personas que deseen averiguar podrán acercarse a partir de junio a Lavalle 71, incluso para consultar por bebés que aún no nacieron.

Finalmente, Ana María Alba aseguro que «vivo para esto, me gusta estar con los chicos y es un orgullo grande de haber continuado la obra de mi marido, porque la idea fue de él».

Los festejos
Con un emotivo acto, «El Castillo de los Juegos» celebró sus dos décadas de existencia junto a sus chicos, padres, docentes y exalumnos.

La apertura del acto estuvo a cargo de la directora del Jardín, María Barbará, quien le dio la bienvenida a los presentes y les agradeció que se hayan acercado a participar de los festejos.

«Tenemos la satisfacción y el orgullo de celebrar veinte años de trayectoria ininterrumpidos de nuestra institución», aseguró Barbará, al anunciar la entrada de las Banderas de Ceremonia.

Luego, la vicedirectora del establecimiento, Natalia Timpanara, ofreció una breve reseña histórica de «El Castillo de los Juegos» y remarcó que «conmemorar no es solo festejar, significa sobre todo hacer memoria, recuperar los transitado y diagnosticar el presente para lanzarnos con más fuerza hacia el futuro».

«Cada uno, desde el rol que le tocó asumir, acompañó estos veinte años de crecimiento», aseguró emocionada Timpanara, quien le cedió la palabra a la directora porque las lágrimas le impidieron seguir.

En tanto, la inspectora Nora Calles aseguró que para ella era un placer compartir los festejos porque «no es verdad que veinte años no es nada, veinte años es mucho y más en la vida de un niño que empieza acá desde que es bebé».

En el marco de los festejos, los alumnos realizaron una exposición para mostrar todo lo hecho en clase y se proyectó un video que resumía distintos momentos vividos por la comunidad de «El Castillo de los Juegos».

Cerrando el acto, la representante legal de la institución educativa, Ana María Alba, y uno de primeros egresados, Damián Bordón, soplaron las velas de la tradicional torta de cumpleaños.

Abanderados en el acto aniversario
Bandera Argentina: Abanderada, Malena Cutufia; escoltas, Diego Brugnano y Luciano Vega. Bandera Bonaerense: Eugenia Sznajderman, Luca De Geronimi y Dante Pietronave. Estandarte: Emilia Glinka Alvarez y el ex alumno Damián Antúnez Bordón