Bariloche será sede este año de una nueva edición del Desafío ECO YPF y la Escuela Técnica Nº 8 “Ing. y Dr. Angel Gallardo” volverá a estar presente en la competencia de autos eléctricos fabricados por alumnos de establecimientos educativos de nivel medio. En esta oportunidad, entre el 2 y el 4 de diciembre, la tradicional institución de Avellaneda Centro participará con dos autos, uno mixto y otro exclusivamente femenino, en la competencia a desarrollarse en la mencionada localidad rionegrina.

Cabe recordar que en la edición anterior el “Angel Gallardo” terminó en el puesto 32 de la tabla general, mejorando notablemente la 50º posición alcanzada en su primera participación. En la venidera edición, competirán con dos autos nuevos, fabricados desde cero por los propios alumnos de la institución.

“Va un equipo integrado solo por alumnas, que se convertirá en la primera escudería femenina de toda la Provincia de Buenos Aires. Nunca se hizo un equipo que solo sea integrado por chicas”, adelantó el profesor Diego Roda, quien desde el comienzo viene trabajado con el alumnado en el Desafío ECO YPF, en esta oportunidad junto a sus pares Ariel Peralta y María Paz López y el ex alumno Marcelo Lannuccilli.

En cuanto a los equipos, además del integrado por 6 chicas, la alumna que el año pasado había participado como pilota, pasará al otro equipo, que en esta oportunidad será mixto. “En total vamos a participar con 12 alumnos y este año tuvimos la suerte de contar con el asesoramiento  de dos ex alumnos e integrantes de la comisión de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos,  uno es José Aguilar,  (exalumno de los años ’70) y el otro es Marcelo Lannuccilli”, destacó Roda.

Expectativas

Como todos los años, el primero de los objetivos es superar la revisión técnica y lograr poner al auto en pista, lo que significaría que todo el trabajo realizado por los alumnos fue óptimo, más allá del resultado que arroje la competencia.

“Después la idea es tratar de superar el puesto 32 de la edición anterior y, además, este año apuntamos al premio de diseño”, agregó Roda, quien comentó que, para ello, están implementando un montón de innovaciones con respecto a los modelos anteriores. Cabe destacar que este rubro no solo premia la estética del rodado, sino también lo constructivo y la innovación, teniendo como parámetro los autos presentados en otras oportunidades.

En cuanto a estar en los primeros 32 puestos, el logro podría darse con cualquiera de los dos vehículos que pone el “Ángel Gallardo” en pista, porque ambos autos sin idénticos, solo varía el color de la carrocería para diferenciar a no del otro.

Como novedad en el diseño, los alumnos incluyeron la fibra de vidrio, por lo que están aprendiendo moldería para poder fabricar su propia carrocería. “El año pasado la habíamos hecho con plástico, pero este año utilizaremos la fibra de vidrio”, añadió Diego Roda.

Gastos

La competencia no solo significa una inversión económica para la construcción, sino también para la participación, ya que hay abonar la inscripción y, en esta oportunidad, cubrir los gastos en Bariloche para tres días de carrera.

“Veníamos charlando con el Municipio y tuvimos la suerte de que nos aportara un subsidio de un millón y medio de pesos, con el que pudimos abonar la inscripción de los dos autos”, dijo Roda, detallando que ese solo ítem les demandó 450 mil pesos.

Con el resto del dinero que quedó del aporte económico que hizo la Comuna se compraron todos los materiales para la construcción de los rodados. Consultado por La Ciudad sobre cómo están juntando fondos para la estadía de los alumnos en Bariloche, el docente explicó que “seguimos buscando sponsor como todos los años, las familias donan bizcochuelos para vender las porciones entre el alumnado y los profesores”.

“También vamos a hacer un par de rifas con donaciones recibidas. El abuelo de uno de los chicos nos va a donar un cordero para sortear, el padre de otro alumno nos da una cena en Puerto Madero y la empresa Ferrum un juego de baño. Todo se va a rifar”, detalló Roda.

En relación a los sponsor, consiste en un aporte único, que va desde 5 mil a 20 mil pesos. “Apelamos también a la comunidad para que se acerque a colaborar con los que quiera, con dinero por mínimo que sea o con elementos para rifar”, sostuvo Roda.

La búsqueda de fondos se debe a que la empresa organizadora solo abona los pasajes para seis alumnos y dos docentes por vehículo, quedando en manos de los participantes hacer frente a los gastos de alojamiento, comida y gastos varios.

“Hoy tenemos un grupo activo de 45 chicos que están trabajando en el proyecto, entre los cuales votarán a los que viajen, premiando a los que más mérito hicieron y a los que más conocimiento tengan, porque cualquier inconveniente que suceda, los chicos tendrán que solucionarlo allí”, explicó Roda.

Participación de la familia
Los chicos y los docentes están poniendo mucho empeño para lograr un buen diseño de los vehículos, pero también varios padres que, luego de trabajar, aportan sus momentos libres para ir a la escuela y sumarse al equipo de trabajo.

“Ver a un papá, a una mamá y la familia en general colaborando en esto, es muy lindo” concluyó Diego Roda.