“Le devolvieron la vida a José”, dijo Elisa, la madre de José Cullen y afirmó que su hijo “está muy feliz y ya se quiere ir a casa”.

El niño fue trasplantado el lunes, en una cirugía que se extendió por once horas, pero un mes antes debió ser conectado a un corazón artificial, denominado Berlin Heart.

La miocardiopatía dilatada que sufría José se manifestó primero con un dolor abdominal y cuando la familia realizó la consulta médica, se determinó que “el corazón no irrigaba bien y le provocaba dolores”, explicó a la prensa la mujer.

Los médicos que lo operaron “están maravillados” con la evolución del adolescente, dijo la madre y agregó que por eso “le están sacando algunas drogas”.

No obstante, dijo que debido a la compleja cirugía a la que fue sometido “está molesto, dolorido, preocupado por la comida y los remedios que va a tener que tomar”.

La mujer dio “gracias a Dios porque está bien y está vivo” y recordó que cuando los médicos le dijeron que su hijo iba a necesitar un trasplante pensó “esto no me puede tocar a mí”.

En este sentido, consideró que todas las personas “deben plantearse qué me pasa si me muero o si alguien querido muere, y si bien es muy triste hay que tomar la decisión (de donar) de antemano”.

Elisa dijo que José “hace tres meses que no camina” y si bien cree que su hijo volverá “pronto” a su casa, señaló que aún no sabe cuándo le darán el alta”.