Las novedades de Independiente, por ahora, son la extensión del préstamo de Walter Acevedo y el regreso de Hernán Fredes desde Rusia. Y, más allá que el entrenador Américo Gallego y el manager César Luis Menotti están en permanente contacto analizando los posibles refuerzos, se asoma una encrucijada en la intimidad que deberá tener un definición inminente: la continuidad de Lucas Pusineri.

Nadie tiene un panorama claro sobre el futuro de este mediocampista, considerado por muchos un ídolo del Rojo, especialmente después del gol a Boca en el año 2002 que le valió un título al equipo de Gallego.

Hay quienes aseguran que, como la relación con el entrenador es fría, si aparece alguna oferta, aunque en el fondo no quiera, Pusineri se irá. El quiere jugar y en el Torneo Apertura no tuvo mucha acción. Al margen que en algunos partidos no estuvo por un inconveniente familiar, Gallego casi no lo tuvo en cuenta. Y hasta hubo partidos en los que lo dejó afuera del banco.

Para el DT hoy el 5 titular, indiscutible, es Acevedo. La segunda opción es Sergio Vittor, quien jugó cuando el ex San Lorenzo estuvo desgarrado. Encima, Pusineri, quien prefiere el silencio hasta que se aclare su situación, tiene una contra más: definitivamente el entrenador tiene decidido no jugar con doble 5, lo cual le recorta aún más las posibilidades de jugar.

Desde la dirigencia quieren mediar y acercar las partes. “Pusi es un emblema del club, un referente positivo. No queremos que se vaya, y menos de esta manera”, reveló al matutino Clarín un dirigente. Paralelamente, trascendió que desde el entorno de Julio Comparada están aguardando que Pusineri regrese de Pinamar para concretar una reunión y buscar una solución que no deje secuelas.

Pusineri en el Apertura jugó 6 partidos, ninguno de ellos como titular, en todos ingresó en los segundos tiempos. Solamente en dos de esos encuentros disputó más de 20 minutos. Lo expulsaron una vez, contra Tigre, en la séptima fecha, cuando Independiente se impuso por 2 a 1, en Lanús.