Partió un ser excepcional, abogado, músico, escritor, poeta. Pero más que nada fue, un HOMBRE BUENO, en la total acepción de la palabra.
Tu esposa Carmen, tus hijas Dra. Susana Verónica y María Laura Gallego, tu amado nieto Julián y Martín, tu hermana Susana y tu sobrina Georgina Fernández Gallego participan tu transición con profundo dolor.
Por siempre en nuestro corazón.

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Mi reservorio

¡Quién pudiera saber cuánto me resta!
¡Conocer lo que aguarda en el futuro!
¿La hora del adiós será funesta?
¿Será para las mías golpe duro?
Sólo algo me tengo por seguro:
dejaré tras mi adiós… un buen recuerdo!
El dejar mausoleo es poco cuerdo:
lo que fui, quedará en el crematorio!
No ha de ser por mi gusto si me pierdo:
dejo en obras de amor, mi reservorio!

Aurelio José Gallego

de su libro Universal tomo II