El salario real perdió mucho de su valor con los aumentos en los precios que comenzaron a partir de noviembre. La caída del mismo se aceleró con la devaluación y la quita de retenciones al sector agroexportador. A todo esto se suma la quita de subsidios a los servicios públicos.

 
El Gobierno Nacional dice pretender «encontrar un equilibrio para bajar la inflación entre un 20 y un 25 por ciento» pero niega la perdida real del poder adquisitivo de los trabajadores con las nuevas medidas económicas implementadas por la gestión de la Alianza Cambiemos.

 
Doval afirma que «si tomamos los aumentos en los precios ya producidos, fundamentalmente de noviembre a febrero, más la inflación prevista por el propio gobierno para el 2016, y si a esto le sumamos el aumento en las tarifas de servicios públicos que aún no podemos dimensionarlo con exactitud, pero que será exorbitante, estamos hablando de una caída real del salario que duplica, cuando no triplica ese 25% que le gobierno pretende poner de techo a las discusiones paritarias».

 
Y agrega «la formidable transferencia de recursos que ha realizado este gobierno a sectores concentrados de la economía no debe ser pagado con los sueldos de los trabajadores».