Diseñan un videojuego que busca detectar posibles casos de abuso sexual infantil
Se trata de “NoABS”, un software interactivo que presenta diferentes situaciones en las áreas donde suelen suceder estos delitos. El objetivo es prevenir y psicoeducar a las infancias.
Un equipo de psicólogos, psicólogas y psiquiatras de tres universidades latinoamericanas diseñaron un software interactivo que busca detectar posibles casos de abuso infantil y el grado de vulnerabilidad al que se encuentran expuestas las infancias y adolescencias. Se trata de un videojuego llamado “NoABS” (No al Abuso Sexual), para niños y niñas de entre 6 y 12 años, que presenta distintas situaciones donde, según las denuncias relevadas por sus creadores, suceden abusos más frecuentemente. El software fue creado en Colombia y actualmente se puede utilizar también en Perú, Argentina y Chile. El objetivo central es hacer frente a una problemática que se da en todo el mundo y, en especial, en América Latina y el Caribe.
Durante la investigación previa, se relevó las áreas donde prevalecen los casos de abuso infantil, que son intrafamiliar, tecnológica, escolar (con docentes y con sus pares infantes) y social con desconocidos. En el videojuego se presentan diferentes situaciones en estas áreas y se dan tres opciones de respuesta: “sí”, “no”, “no sé”. Las respuestas afirmativas son las que se consideran de alto riesgo y las negativas de riesgo bajo.
Melisa Gaggino, coordinadora del proyecto en Argentina e investigadora de la Universidad de Flores, ejemplifica a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ: “Una de las situaciones planteadas es la de que el niño se va a bañar y alguien en la casa le pregunta si lo puede observar. Él puede contestar si quiere, si no sabe o si mejor le pregunta a su mamá”.
“Cuando se termina el juego, nosotros obtenemos el mapa de estrellas que da cuenta del grado de vulnerabilidad al que está expuesto ese niño y en qué áreas se ve más vulnerable. Las respuestas que no tienen un círculo alrededor son las de duda, las marrones con azul de fondo son las de riesgo alto y las doradas son las de bajo riesgo (ver foto). En el momento en el que el niño termina de jugar ya tenemos un índice global de su situación y luego hacemos un análisis de los resultados”, explica Gaggino.
Y advierte: “No es una herramienta que detecta abusos que ya se están dando, sino que busca entender en qué áreas necesitamos sumar mayor información y psicoeducación desde el lugar de la prevención. El objetivo es evitar que estas situaciones sucedan”.
Actualmente, está en desarrollo la segunda versión del juego que, a diferencia de la primera, incluye el área tecnológica como situación posible y ofrece un resultado automático al administrador una vez finalizado el juego. El equipo creador de NoABS, perteneciente a la Universidad de Flores (Argentina), la Corporación Universitaria del Caribe – CECAR (Colombia) y la Universidad César Vallejo (Perú), proyecta a futuro que el videojuego siga creciendo. “Uno de los objetivos que tenemos es que, cuando se detecte una situación de vulnerabilidad, se le abra al niño un hipervínculo que lo lleve a otra actividad psicoeducativa, con el fin de que comience la prevención en ese mismo momento”, detalla la licenciada en Psicología.
Números que hablan
Según un informe de Unicef, en la región dos de cada tres niños, niñas y adolescentes de entre 1 y 14 años sufre violencia en el hogar. Además, la tasa regional de homicidios de las infancias y adolescencias es cuatro veces mayor que la media mundial, siendo el homicidio la principal causa de muerte entre los adolescentes de 10 a 19 años. El informe detalla también que la violencia afecta de diferente manera según el género: los niños tienen siete veces más probabilidades de morir por homicidio que las niñas; mientras que las niñas son más vulnerables a ser víctimas la violencia sexual después de los 10 años.
En el caso de Argentina, según un informe de Unicef y el ministerio de Justicia y Derechos Humanos, durante octubre de 2020 y septiembre de 2021, se registraron 9.989 víctimas niñas, niños y adolescentes de violencia familiar y/o sexual. Asimismo, respecto al abuso sexual hacia las infancias y adolescencias, se registraron 3.219 víctimas. En todos los grupos etarios, el mayor porcentaje de víctimas de violencia sexual pertenece al género femenino, representando casi 4 veces más que el masculino.
Además, el 74,2 por ciento de las víctimas fueron violentadas por alguien de su entorno cercano o de confianza y el 44 por ciento de las violencias en entornos digitales fueron por el delito de Grooming (acoso sexual de una persona adulta a una niña, un niño o un adolescente por medio de internet).
Así, queda en evidencia la necesidad de actuar frente a la problemática para disminuir estos números y que las infancias crezcan en contextos de no violencia.
Por Luciana Mazzini Puga para la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad de Quilmes