Dictan la prisión del “pai” que confesó el crimen de la maestra

El juez de Garantías de San Isidro Ricardo Costa dictó la prisión preventiva del llamado “pai” que confesó haber matado a la maestra Silvia Prigent en un descampado de la localidad bonaerense de Tigre y lo consideró coautor del crimen junto al viudo de la víctima, Daniel Sfeir.

Fuentes judiciales informaron a Télam que la medida fue dispuesta contra Jorge Daniel Bini en la causa en la que ya está detenido Sfeir, su patrón, acusado del “homicidio agravado por el vínculo” de su esposa.

Un vocero explicó que lo más relevante del fallo es que el juez Costa no creyó totalmente la confesión de Bini, quien buscó desligar del crimen a su jefe, y si bien todavía no pudo determinar el rol exacto que cumplió cada uno en el asesinato, entendió que ambos participaron.

Prigent (50) fue asesinada de dos tiros en la cabeza el día que desapareció, el 29 de diciembre último, y tras diez días de búsqueda, un vecino encontró su cuerpo en un descampado ubicado a la vera de la ruta 26, en una zona donde se descarga basura, en el límite entre los partidos de Tigre y Escobar.

El viudo Sfeir fue detenido el 13 de enero y, el 31 de ese mes, Costa le dictó la prisión preventiva, la cual se encuentra apelada ante la Cámara Penal de San Isidro.

El juez consideró clave las imágenes de 19 cámaras del Municipio de Tigre y el análisis del celular de Sfeir, que lo ubicaron en lugares distintos en los que él dijo estar el día del crimen.

El imputado admitió que estuvo a la hora del asesinato en la zona donde apareció el cuerpo de su esposa, pero aseguró que eso ocurrió porque allí fue a dejar a su amante, María Cristina Soria, quien vive en la villa La Ñata de Tigre.

Los investigadores sospechan que el móvil del crimen está vinculado a esa doble vida que llevaba Sfeir con su amante, a quien según testigos le había prometido que “antes de fin de año se iba a sacar de encima” a su mujer.

Bini, en tanto, declaró que tenía una relación amorosa con la víctima, que el 29 de diciembre se encontraron porque él quería dejarla y que, ante este planteo, Prigent sacó un revólver, forcejearon, se disparó el arma y ella cayó muerta.

Los investigadores desconfiaron desde el inicio de esa versión y sospechan que puede tener como único objetivo desvincular del crimen al viudo Sfeir.

Bini, que no es un pai umbanda sino que, según él mismo explicó, le dicen “pai” por “paisano”, ya que es descendiente de tobas, aseguró que por trabajar para Sfeir en una empresa de recolección de residuos en countries, hacía seis años que conocía a Prigent y que pasaron de ser amigos a amantes.

Según su defensor, Juan Planes, en la confesión su cliente explicó que una semana antes del hecho Prigent le dijo: “Te voy a dejar descansar una semana, pero te voy a llevar un regalo”, y que arreglaron verse “el día de los ñoquis”, por el 29, “en el lugar de siempre”, el descampado de la zona del Dique Luján.

Agregó que cuando el “pai” le dijo a la maestra que iba a dejarla, se abalanzó sobre el arma que ella sacó y ahí hubo un forcejeo que terminó con dos disparos, pero que el hombre no sabe decir si al arma la accionó él, ella o se disparó sola.

Por otra parte, Bini reconoció -como demostró el fiscal Cosme Iribarren con grabaciones de video, testimonios y análisis de comunicaciones-, haber ido a vender el celular de la víctima a un local de Escobar al día siguiente del hecho.

También reconoció ser la persona que realizó desde un locutorio de Zárate -como también quedó grabado en cámaras del local-, una llamada anónima a la hermana de Prigent para avisar dónde estaba oculto el cadáver.

Además, su celular también fue ubicado en el momento del crimen en la zona donde apareció el cadáver.

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