Fuentes policiales informaron a la agencia de noticias Télam que el detenido fue identificado como Abel Argañaraz, de 35 años y apodado “Pantera”, quien fue localizado en un domicilio de la villa “Los Alamos” de Quilmes.

En poder del sospechoso la policía secuestró una pistola 7,65 que fue remitida, al igual que el demorado, a la seccional sexta de Avellaneda, donde por orden judicial el hombre aguardará el traslado a la fiscalía de Lomas de Zamora en la que se instruye la causa por el homicidio.

En tanto, en otros tres allanamientos realizados por la policía en el marco de la misma causa en la Villa Itatí, también de Quilmes, se secuestraron dos armas, una pistola 11,25 y una 380, ésta última de similares características a la que se cree fue empleada para matar al docente.

La policía informó que el principal sospechoso del crimen de Moleta está identificado, aunque no pudo ser encontrado ayer, cuando fue allanada su vivienda.

Moleta (54), concertista de guitarra, docente e integrante de la Unión Docente de Buenos Aires (UDOCBA) fue baleado el domingo 26 de diciembre en Solier y Anatole France, de Avellaneda, por delincuentes que lo interceptaron en la puerta de la casa de su madre y escaparon en su auto Renault Sandero Stepway, con sus dos hijos, de 7 y 9 años, cautivos.

El docente murió a poco de ingresar en estado grave al hospital Presidente Perón, (ex Finochietto), de Avellaneda, adonde fue trasladado por vecinos, ubicado a pocas cuadras del lugar del hecho.

En tanto, los niños fueron abandonados ilesos por los delincuentes a la altura de la avenida Mitre al 6000, de Wilde.

Familiares de la víctima contaron que el mayor de los niños fue el que se orientó y llegó caminando con su hermano de 7 años, que es autista, a la casa de su abuela materna, que vive en la zona.

Por su parte, el Renault Sandero de la víctima en el que huyeron los ladrones fue hallado abandonado luego en la Villa Itatí, de Quilmes.

El asalto ocurrió alrededor de las 18.30 en Solier, entre Ortiz y Anatole France, de Sarandí, donde Moleta y dos de sus tres hijos habían ido a visitar a familiares a la casa de su madre.

De acuerdo a lo informado, el docente subió a los nenes al auto, en el asiento de atrás y él no llegó a subir porque ahí aparecieron caminando dos jóvenes, de unos 20 años.

Según aseguraron sus familiares Moleta no se resistió al robo del auto, como lo había hecho otras veces y los ladrones “lo mataron porque sí”, cuando quiso pedirles que lo dejaran bajar a sus hijos del vehículo, antes de llevárselo.

La hermana de Moleta, Graciela, que estaba presente en el momento del asalto, contó que los delincuentes primero la intimidaron a ella y le dijeron que se subiera al auto, pero a los pocos segundos encararon a su hermano y le dijeron: “Dejá las llaves porque te quemamos”.

Según la mujer, Moleta le dijo a los ladrones “el coche llevalo” pero los delincuentes “le arrancaron la llave y le dispararon”.

Voceros policiales informaron que a Moleta lo asesinaron de un disparo con una pistola calibre 9 milímetros, en tanto voceros judiciales dijeron que el balazo que lo mató le atravesó uno de sus brazos e ingresó por el tórax.

El hecho es investigado por el fiscal Mario Prieto de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada de Avellaneda.