Una banda integrada por ocho delincuentes que robaban y amedrentaban a las víctimas para que denuncien los robos fueron detenidos tras cinco allanamientos realizados en un barrio del partido bonaerense de Quilmes, informaron fuentes policiales.

Según el informe, los allanamientos fueron realizados el viernes por integrantes de la Comisaría Séptima de Quilmes Oeste, donde los investigadores secuestraron armas de fuego y distintos elementos importante para la causa.

El jefe de la Jefatura Departamental de Quilmes, comisario Mayor Nicolás Ordas, ordenó al Grupo de Apoyo Departamental (GAP) que cubra los operativos en los domicilios marcados en la villa Iapi de Bernal Oeste, lugar donde se desplazaron unos 50 policías y la División de Canes de la Policía bonaerense.

La investigación comenzó hace dos meses luego de una serie de ilícitos protagonizadas por una gavilla integrada por sujetos que tenía lugar de robos en la denominada Villa IAPI, donde los vecinos se animaron a juntar firmas por los robos sufridos y las entregaron a la fiscalía de turno de Quilmes, que ordenó los allanamientos.

La banda se dedicaba a robar a personas en las paradas de colectivos, a quienes además de sustraer elementos, las amedrentaban para que no realizaran las denuncias pertinentes, sostuvo la fuente consultada.

En el primer domicilio allanado, en la calles 176 entre Bermejo y Neuquén, se detuvo a un delincuente apodado Gorrita, de 26 años, líder de la banda, a quien se le incautó un revolver calibre 32, con la numeración limada, dos cartuchos intactos y un cargador de telefonía celular.

En la misma zona se detuvo a otro de los sindicados, conocido con el apodo de Piscopo, al que se le secuestraron 10 cartuchos de un revolver calibre 9 mm.

En la tercera casa allanada, se detuvo a dos sujetos apodados Merengue y Fafafa, ambos tenían una escopeta “Tumbera” y cartuchos de escopeta calibre 12.

En una parada de colectivo de Bernal, la policía procedió a detener a otros dos delincuentes apodados Tatú y El Rengo, a quienes se les secuestró un cargador de batería de telefonía celular y siete cartuchos calibre 9 mm.

Por ultimo, se detuvo a dos hermanos a quienes, también, se les secuestraron tres aparatos celulares robados.

Todos los detenidos quedaron acusados de tenencia ilegal de arma de uso civil, tenencia ilegal de arma de fuego impropia y de munición de arma de fuego, encubrimiento y robo en banda.