Tras los cuatro días de competencia, Pelman compartió la quinta colocación a tan solo medio punto del escolta del certamen, disputado con sistema suizo a siete rondas. En la jornada final, el profesor fue acompañado por sus propios alumnos del taller de Ajedrez, quienes también pudieron disfrutar del marco de la competencia.

“Fue una experiencia muy fuerte porque todos los participantes son ciegos o con una disminución visual importante como en mi caso. Además de la satisfacción de jugar buenas partidas, lo interesante fue el intercambio de situaciones, que tenían un piso común por la discapacidad, fue muy liberador y movilizante”, comentó Pelman.

“Este tipo de torneos en un espacio donde sociabilizás y hacés una gran catarsis, me costó mucho volver después de haber estado cuatro días -agregó- también la última jornada fue muy fuerte porque vinieron todos los chicos a acompañarme”,
Consultado sobre cómo se juega sin ver el tablero, Pelman comentó que “hay una disciplina que se llama ajedrez a la ciega, donde uno tiene como una fotografía del tablero, no sabría como explicarlo, lo da la experiencia, uno sabe que a1 es negra, que h1 en blanca, que c7 es negra”.

“La capacidad memorística no es un don, es algo que uno va ejercitando, requiere mucha práctica y mucho estudio”, remarcó.

Por otra parte, el Prof. Pelman explicó que el ajedrez que juegan los ciegos tiene un tablero adaptado donde las casillas negras están más altas que las blancas; y las piezas negras tienen un pinchecito.

“Por un lado tenés la visualización de un jugador a la ciega pero, si en algún momento te perdés, podés reconocerlas al tacto. Además, cada uno juega con un tablero y cuando uno mueve una pieza, anuncia el movimiento realizado para que el otro lo traslade a su tablero”, explicó.

Como anécdota del torneo, Pelman comentó que “en la última ronda del torneo jugué contra un ajedrecista que no solamente era ciego, sino también sordo, entonces como no me escuchaba iba a mi tablero y tocaba para entender lo que había jugado”.

Proyecto institucional de ajedrez
En la E.S. Nº 46 de Ing. Huergo 1534, el Prof. Bernardo Pelman es el responsable de llevar adelante el proyecto institucional de ajedrez, que tiene como objetivos desarrollar en los alumnos la capacidad de concentración; fomentar las relaciones sociales en el ámbito escolar; aprender a resolver nuevas situaciones problemáticas de la vida cotidiana; afianzar la autoestima, la iniciativa personal y el sentido crítico; y mejorar a través del juego las dificultades de convivencia que se manifiestan en el seno de la comunidad.

“El año pasado organizamos un torneo y se anotaron treinta chicos, ahora en el taller tenemos más de noventa. Más allá de la técnica y de jugar bien o mal, la idea es transmitir una pasión y tal vez sea eso a lo que los chicos responden”, expresó Bernardo Pelman al referirse a la aceptación que tuvo el taller entre los alumnos.

En ese espacio, los alumnos aprenden y practican con un software de ajedrez, pero también se los estimula a enfrentarse entre ellos porque, como explicó el profesor, “lo importante es la persona, el taller ayuda a la vinculación de los chicos con las chicas y entre alumnos de distintos grados: el taller rompe las barreras etáreas, los integra”.

“Además contribuye a formar el conocimiento abstracto, ayuda a la imaginación, al cálculo; el ajedrez entra en el chico como un juego pero el trasfondo es que, jugando, alcanza otros logros”, puntualizó Pelman.

Finalmente, Bernardo Pelman agradeció a todos aquellos que hacen posible el funcionamiento de este taller, entre ellos al director del establecimiento, Vicente Ferreyra, que “si no hubiese sido por su apoyo no hubiese sido posible el proyecto”; al Encargado de Medios de Apoyo Técnico-Pedagógico, Prof. Mario Nicolay, por su “asistencia técnica y acompañamiento en torneos”; y la preceptora Patricia García, responsable “de reunir a los chicos, llevar el registro, organizar los torneos y hacer el seguimiento evaluativo de los alumnos”.