Curados para la misión

El Obispo de la Diócesis de Avellaneda – Lanús, Monseñor Rubén Frassia en sus reflexiones radiales se refirió al Evangelio según San Lucas 17, 11-19 (ciclo C).

Es el relato de los diez leprosos que acudieron a Jesús y el Maestro, que tuvo compasión de ellos, los cura pero uno solo vuelve a darle gracias.

¡Qué difícil es vivir coherentemente en la gratitud! El hombre que regresa es un samaritano y vuelve para dar gracias a Dios, porque el Maestro lo curó; el milagro no es solamente haber sido curado de la lepra sino que es también servir para la misión. Este hombre entiende que pasó algo muy importante para su vida y porque lo experimentó, el Señor lo manda para la misión: “¡levántate y vete, tu fe te ha salvado!”.

¿Qué pasa? ¿No hay milagros?. ¿Qué pasa? ¿No hay enfermedades?. ¿Qué pasa? ¿No estamos curados?

¡Yo creo que sí!; ¡hay milagros!, ¡hay enfermedades!, ¡y muchas veces estamos curados pero no tomamos conciencia del poder de curación que Dios tiene en cada uno de nosotros!. Si tomáramos conciencia y memoria de todo lo que Dios hace en nosotros, estaríamos más disponibles para la misión.

Vivamos en gratitud; seamos agradecidos y cumplamos con la misión que el Señor nos ha encomendado. Por eso, quien no sirve para la misión, no tiene convicción ni calidad de encuentro con el Señor. Y el que tiene calidad de encuentro con el Señor, como discípulo, sirve para la misión.

Que podamos entregar al Señor todo lo que de El hemos recibido gratuitamente.

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