Cuádruple crimen de La Plata: el fiscal pidió prisión preventiva para el único imputado
El fiscal platense Alvaro Garganta pidió la prisión preventiva de Osvaldo Martínez, detenido como presunto coautor del cuádruple homicidio de tres mujeres y una niña, mientras que su defensa pidió la libertad por falta de mérito.
La solicitud fue formulada por el fiscal al juez de Garantías, Guillermo Atencio, luego de tomarle una nueva declaración indagatoria al detenido en la que le informó que su imputación pasaba de autor a coautor.
Ahora, el juez tiene cinco días para resolver la situación procesal del imputado de los homicidios de Bárbara Santos (29); su madre, Susana de Barttole (63); su pequeña hija, Micaela Galle (11) y una amiga, Marisol Pereyra (35).
En el pedido, al que tuvo acceso Télam, el fiscal imputó a Martínez (27) como coautor del delito de homicidio simple en perjuicio de Bárbara y calificado en las otras tres víctimas, porque considera que los cometió para obtener la impunidad del asesinato de su novia.
Consideró que el asesinato de Bárbara fue motivado en desaveniencias de pareja y fue quien franqueó la puerta de ingreso a la vivienda para que un desconocido asesine a las tres mujeres y luego a una amiga que llegó imprevistamente al lugar.
Es que en un principio, el fiscal había imputado la autoría de los crímenes a Martínez, los resultados de las pericias de ADN revelaron que el patrón genético hallado en las víctimas y en elementos secuestrados en la escena del crimen no correspondían al imputado.
Por eso, para el fiscal, el detenido franqueó la puerta de ingreso a la vivienda de la calle 28 entre 41 y 42 por su relación de confianza con las víctimas o porque obtuvo un juego de llaves.
El fiscal tuvo en cuenta además el testimonio del remisero Marcelo Tagliaferro quien llevó a Marisol esa noche a la casa de la calle 28 y que reconoció a Martínez como el hombre que le abrió la puerta y la hizo pasar y luego salió sólo para decirle que se vaya que la mujer se iba en otro remis.
Además, hizo mención a una serie de mensajes de texto que el imputado le envió a su novia 15 días antes del crimen en el que le recriminaba que había salido a cenar con sus compañeros de trabajo y no volvía a dormir con él.
También se basó en testimonios de amigas de Bárbara quienes relataron que el imputado era celoso con su pareja al punto de controlar sus salidas y amistades.
Fundamentó además su pedido en los resultados de las pericias psiquiátricas que los describen como un buscador de certezas anticipadas que le proporcionan estabilidad, por lo que en conjunción con su modo de dividir a las mujeres en idealizadas y degradadas, difícilmente hubiese permitido grises o indefiniciones en su relación con Bárbara.
Para desestimar la declaración de Martínez en torno a que en el momento del crimen estaba en su casa de Melchor Romero, el fiscal aportó los testimonios de tres personas que vieron un auto similar al del imputado en la escena del crimen y otro de un vecino que lo vio entrar a su vivienda recién a las 2 de la mañana, una hora después de que se cometieron los asesinatos.
Para comprobar que Martínez estuvo en la escena del crimen, citó también el testimonio de una vecina de las víctimas que la noche anterior, cuando festejaban el cumpleaños de Bárbara, mantuvo una charla con el detenido y cuando ella dijo que iba a pasar el fin de semana a la costa le preguntó si se iba sola o con su hija.
Para el fiscal, se trata de un indicio de oportunidad debido que con esas preguntas, a las que a la testigo le pareció raro porque hablaba poco con Martínez, se cercioró de que el sábado a la noche no habría nadie en el departamento vecino al de las víctimas.
Garganta puso especial relevancia además a la declaración de Martínez en la que aseguró que el domingo se despertó a las 9 en su casa por tres llamados que le hizo su hermano, pero que el informe de entrecruzamiento de llamadas reveló que no estaba en su vivienda sino en movimiento, porque fue captado por tres antenas.
No encuentro motivo para mentir a la fiscalía, fuera de las horas de los sucesos, menos si dormía o no a la mañana siguiente, salvo que sea para ocultar maniobras tendientes a borrar rastros del delito, consignó el fiscal.
En tanto, Julio Beley, abogado defensor de Martínez, explicó hoy a Télam que pidió su libertad por falta de mérito y ratificó la inocencia de su defendido.
Martínez estuvo la noche de los crímenes en su casa y la falta de ADN con su patrón genético en la escena del crimen es una prueba de ello, dijo Beley.