Los estudiantes decidieron, además, movilizarse el jueves próximo al Ministerio de Educación de la Ciudad, mientras que el miércoles planean una conferencia de prensa en el colegio Mariano Moreno para informar en forma detallada cada uno de los objetivos que persiguen con la protesta.

Sofía, del centro de estudiantes del colegio Fernando Fader, le aseguró a Télam que en la reunión de la Corriente Estudiantil de Base (CEB) “se decidió rechazar los términos de una carta que el Ministerio de Educación porteño envió el jueves a las escuelas”.

“Esa carta es un intento de desmovilización de los estudiantes ya que nos proponen participar de jornadas de información sobre el cambio curricular pero las mismas no tienen ningún poder resolutivo, es un intento para acallar el reclamo”, enfatizó la joven.

“La carta no hizo otra cosa que potenciar la protesta y los motivos por el cual la llevamos adelante. Creemos que para el jueves habrá cerca de 40 colegios tomados ya que en muchas escuelas se está debatiendo sumarse a las ocupaciones”, agregó.

El reclamo comenzó el lunes pasado cuando tras una reunión con el ministro de Educación Esteban Bullrich, los estudiantes de las escuelas técnicas decidieron tomar colegios ya que consideraban que no se los dejaba opinar ni participar en el cambio curricular en las escuelas medias.

Entre otros puntos, los jóvenes cuestionan que se quiten horas de dibujo técnico, taller, laboratorio y educación cívica y que se los remplace por una mayor carga horaria de lenguaje, matemática e inglés, “lo que transformaría al nivel técnico en un bachillerato”, sostienen los alumnos.

Por su parte, el gobierno porteño asegura que los cambios obedecen a los lineamientos del Consejo Federal de Educación emitidos en el 2009 y que se debe realizar la reforma para que los títulos que se dan en las escuelas porteñas tengan validez nacional.

Indican además que se efectuaron reuniones desde el 2011 con docentes, técnicos y especialistas para adecuar los cambios propuestos por el Consejo Federal y que ya se reunieron con los estudiantes de 38 centros.

“No queremos ser objetos de una reforma en la que no podamos participar, pretendemos tener voz en el armado de las currículas, que se atiendan nuestras propuestas, no queremos jornadas que no sean resolutivas y, en este sentido, propugnamos la suspensión de esta reforma hasta el 2014 para que se genere el debate en las escuelas”, dijo Sofía, la estudiante consultada.