“Contacto Piel a Piel”, una iniciativa que favorece el desarrollo de los bebés

El proyecto se lleva a cabo en el Hospital Materno Infantil “Ana Goitía” de Avellaneda. En la foto directivos y equipo de trabajo del Servicio de Neonatología.

Con el objetivo de posibilitar una mejor calidad de vida a los bebés, tanto prematuros como a los que nacen en término, el Hospital Materno Infantil “Ana Goitía” de Vicente López 1737 continúa desarrollando el proyecto “Contacto Piel a Piel”, que cuenta con el respaldo de la UNICEF y el apoyo de los gobiernos Nacional y Provincial.
“Desde hace tiempo nosotros trabajamos con los papás dentro de la neonatología. Pueden tener lo que se llama acceso irrestricto y tocar a sus bebés”, comentó la directora asociada del Hospital, la Dra. Adriana Mosquera.
En ese sentido, recordó la “vieja costumbre” de separar a la madre de su bebé cuando éste iba a la nurse, a la que tenía acceso de acuerdo a los horarios de visita.
“Uno sabe que eso no puede ser así y que el bebé, de quien más necesita es de su mamá. Pero su madre también necesita de él, porque es un golpe muy duro que nazca un bebé prematuro, porque es algo que en la familia no se espera”, sostuvo Mosquera.
“El bebé soñado ya no es ese bebé, y hay que volver a armar toda la historia, es una situación conflictiva y hay que darle a los padres la preponderancia en su rol de cuidadores de su hijo, a pesar de que esté en la incubadora -agregó- porque además eso los empodera en su rol de padres”.
“Lo mismo pasa con los abuelos”, dijo Mosquera, al asegurar que ellos también pueden acceder al contacto con el bebé porque los papás necesitan de ese apoyo.
“Hay que tener en cuenta que el chico que nace con menos de 1.500 gramos, que quizá está dos o tres meses dentro de neonatología, necesita tener ese contacto materno diario y prolongado”, puntualizó la doctora Mosquera.
Consultada sobre los comienzos de esta iniciativa, la directora asociada del nosocomio le explicó a La Ciudad que este programa se remonta a fines del ’78, cuando fue aplicado en Colombia.
“Hay una práctica que se llama mamá canguro y que nació en Colombia, que impulsaba esta práctica ante la falta de incubadoras suficientes y para los chicos que pesaban menos de dos kilos -explicó Mosquera- implementaban el contacto de la mamá o el papá con el bebé las 24 horas, para que le dieran un ambiente de calor, que le mantenía la temperatura”.
“Incluso, esta práctica, acá la hacemos también con los chicos que están con el respirador. Ellos también son colocados en el pecho de su madre, resaltó.
Desde hace tiempo que el “Ana Goitía” viene trabajando en pos de una maternidad segura y con la familia como eje central de todo desarrollo, tarea que se ve potenciada por la iniciativa de la Unicef adoptada desde el Estado.
Consultada sobre cómo se lleva a la práctica esta iniciativa, relató que se hace en un espacio que está junto a la incubadora. “Tenemos la fortuna de que el Rotary nos donara unos sillones que hacen más confortable, que la mamá pueda reclinarse y tener una posición más o menos de 45 grados como para que pueda relajarse mejor y relajar a su bebé”, agradeció Mosquera.
En ese ámbito, los médicos y los enfermeros son los que se encargan de ir controlando al bebé y viendo cómo se adapta a la posición y al contacto.
“Cuando uno habla del contacto piel a piel tiene dos maneras de hacerlo, desde el punto de vista del recién nacido prematuro o del recién nacido en término -aclaró- y es importante, tanto en uno como en otro, ese apego y ese contacto que el recién nacido tiene con su mamá, sobre todo en la primera hora de vida”.
“Uno tiene que pensar que cuando un bebé nace en forma prematura, lo hace con dificultades en cuanto a su salud, desde el punto de vista respiratorio y neurológico y además tiene que adaptarse a todas las funciones en un determinado período”, detalló.
En cuanto a los beneficios, resaltó que “no sólo garantiza que el recién nacido se estabilice en lo que hace a la temperatura y al consumo de oxigeno, sino también favorece al vínculo con la mamá y a la lactancia materna”.
“Se ha visto que esta práctica de llevar adelante el contacto piel a piel con la mamá y también con el papá, beneficia al prematuro para que se estabilice y mejore su crecimiento –explicó Mosquera- está comprobado que los bebés que están en contacto con sus padres tienen mejor ganancia de peso, mayor que el chico que no lo hace, y también neurológicamente se organiza mucho mejor”.
Además, remarcó la especialista, es “muy placentero para el bebé estar en contacto sobre el tórax desnudo de la mamá para que el chiquito pueda sentir su olor y escuchar los vasos sanguíneos y el latido del corazón, que escuche lo mismo que escuchaba cuando estaba dentro de su panza”.
“Todo esto está demostrado científicamente y avalan esta técnica como una práctica efectiva y beneficiosa. Además, reporta muchos beneficios y a la mamá también, porque hay secreción de hormonas que estimulan la lactancia”, concluyó la doctora Mosquera.

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