Consecuencias físicas y emocionales en trastornos de ansiedad

Escribe la Lic. Andrea Fabiana Varela Seivane.

El estrés persistente puede preceder y acompañar el inicio de los trastornos de ansiedad. Los estados de ansiedad, en general, tienen la característica de presentar en la persona una tensión muy ansiosa y que no está relacionada con ninguna situación específica ni concreta. Cuando el estado de tensión aparece en la persona, el sistema nervioso vegetativo, se pone en acción, y da lugar a la aparición de numerosos síntomas somáticos que son muy variados.

Las personas que padecen estos estados ansiosos, suelen presentar sentimientos que están relacionados con temores o aprensiones, referidos a su futuro personal, familiar, económico, laboral, o incluso también respecto a su salud, que los preocupan de manera casi permanente. Los estados de ansiedad permanentes, también afectan el área psíquica de las personas, generalmente suelen tener pensamientos catastróficos, más o menos vagos, que abarcan uno o varios aspectos vitales.

Por otra parte, también suelen ser adictos crónicos a la automedicación, en general sucede que alguna vez le fueron prescriptos medicamentos, y luego se las ingenian para seguir obteniendo los medicamentos y automedicarse. Las personas con trastornos de ansiedad permanente, exteriorizan una sensibilidad especialmente elevada hacia las situaciones imprevistas y hacia ciertos percances de la vida cotidiana, y en consecuencia suelen sufrir demasiado por estos problemas que sienten y suelen invertir grandes cantidades de esfuerzo y gasto de energía para tratar de combatirlos.

Ante las situaciones habituales, y aún más, ante situaciones novedosas o desconocidas, las personas con trastornos de ansiedad, tienen una percepción y una respuesta de a los hechos que es muy esteriotipada, llegando a comportarse de una manera extremadamente rígida, inflexible y automática, por ejemplo, una persona que les parece grosera, o un niño caprichoso, o un compañero de trabajo poco eficiente, van a sentirlo todo a un mismo nivel, como si fueran amenazas graves a su persona.

Otra consecuencia de este comportamiento, es que las personas con trastornos de ansiedad permanente, reaccionan con movilizaciones frecuentes, muy intensas y no diferenciadas, a la manera de todo o nada, trayéndoles como consecuencia mínimos beneficios y un costo psicológico muy alto, que les causa mucha angustia y frecuentemente un severo descontrol emocional.

Es necesario que estas personas traten de manera eficaz estos síntomas, para poder ir modificando estas diferentes disfunciones, para que vayan aliviando más rápido sus síntomas predominantes, y para ir integrándose de manera paulatina a su entorno psicosocial, por ejemplo, trabajar en la modificación de los pensamientos y las creencias que están distorsionadas, para reatribuir los síntomas que son físicos a la propia ansiedad y no a alteraciones orgánicas.

Trabajando los síntomas, estas personas con trastornos de ansiedad permanente, van logrando lentamente habilidades cognitivas que tenían perdidas, y van afianzándose en la sensación de que pueden recuperar o adquirir cierto dominio sobre sí mismos, y sobre su manera de reaccionar ante situaciones que los superan emocionalmente.

Las emociones irracionales que expresan las personas con trastornos de ansiedad, en general son reacciones exageradas ante situaciones adversas o desagradables y que precisamente son provocadas porque las expectativas y las creencias que tienen acerca de sí mismos, de las demás personas y del mundo en general, también son irracionales.

Las personas que padecen trastornos de ansiedad permanente, necesitan de manera urgente trabajar en esa habilidad que perdieron para poder funcionar sin temores, con espontaneidad, con flexibilidad, con adaptación y con creatividad, para poder lograr mantener un equilibrio entre las funciones físicas, emocionales y sociales, es decir, que estas personas logren responder física y emocionalmente a situaciones estresantes o adversas, de una manera eficaz que le permita un mínimo de tensión o de desgaste.

Aprender y poner en práctica lo aprendido, para poder reemplazar esas respuestas irracionales, por otras respuestas más realistas y acordes a cada problema, es una de las recomendaciones principales y más difíciles de ser cumplidas en el largo plazo por las personas.

Licenciada en Psicología Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
Consultas al 4205-0549 155-143-6241

noticias relacionadas