Conductas disfuncionales en la personalidad patológica

Escribe la Lic. Andrea Fabiana Varela Seivane.

Los prototipos de los patrones de la personalidad de las personas, tienen su base, en gran medida, en la manera en que cada ser humano procesa la información de una experiencia vivida, incluyendo los procesos afectivos, y a partir del proceso de elaboración de esa determinada información, la personalidad desencadenará la puesta en marcha de determinadas estrategias, de determinadas conductas que podrán ser favorecedoras, adaptadas, sin consecuencias para la personalidad, o bien, desencadenará estrategias inadaptadas, que llevarán a la persona a sufrir trastornos de diversa índole.

La manera de evaluar una determinada situación, depende por lo menos en parte, de las creencias subyacentes que las personas tengan, así es que ante una determinada situación, la secuencia psicológica pasa de la evaluación de esos datos a la activación afectiva y motivacional, creando una estrategia, generando una acción, una conducta singular y particular ante esa situación, que lleva a la persona a tener una conducta determinada.

Cuando las conductas son disfuncionales, aparecen los distintos trastornos psicopatológicos. En la depresión, por ejemplo, aparece un rasgo característico en la personalidad, que es la autonegación, a la manera de una modalidad organizada, todo gira en torno a la autonegación.

En los trastornos por ansiedad, existe un predominio de una modalidad que está en relación con la vivencia sentida como peligro personal, como si todo fuera una catástrofe inminente. Las creencias disfuncionales, son pensamientos extremos, rígidos e imperativos, que inexorablemente terminan en formas de conducta no adaptadas, es decir, en conductas patológicas que se expresan en los trastornos de la personalidad, donde las personas están tan sensibles a las experiencias vitales, cotidianas, que tienen un gran alto grado de vulnerabilidad. Por ejemplo, cuando una persona es muy dependiente, la sensibilidad está siempre en relación con la pérdida de amor y de ayuda, en una personalidad narcisista por ejemplo, la vulnerabilidad está en relación al atentado contra su autoestima, o por ejemplo, en una personalidad histriónica, la sensibilidad está en relación con el fracaso al momento de intentar manipular a los demás para obtener atención y apoyo.

En los seres humanos, las conductas, que son el producto de los pensamientos y sentimientos, muchas veces no concientes, pueden ser adaptadas o inadaptadas, según las circunstancias, por ejemplo, el egocentrismo, la competitividad, el exhibicionismo y la evitación de lo desagradable, pueden ser conductas apropiadas en algunas situaciones pero muy inadaptadas en otras.

Cada ser humano tiene un perfil único de personalidad, que consiste en los diferentes grados de respuesta que dará a determinadas situaciones, por ejemplo, una persona que ingresa en un grupo donde hay gente que no conoce, eventualmente podría pensar que se siente inferior respecto de la gente de ese grupo, o tal vez podría pensar que puede resultarles divertido, o también podría pensar que la gente del grupo no parece amistosa y entonces estaría en guardia, es decir, son todas variaciones de conductas normales en la personalidad de cada ser humano, y estos diferentes matices son los que dan una coloración diferente a cada personalidad, pero cuando existen trastornos en la personalidad, ya las conductas no son eventuales y diversas, sino que las conductas son repetitivas en muchas más situaciones, son conductas compulsivas y son menos fáciles de controlar o modificar, son actitudes y conductas disfuncionales que muestran una generalización excesiva, son inflexibles, imperativas y resistentes al cambio, y sobre todo son contraproducentes para muchas de las metas importantes de la vida.

El afecto y la motivación en las personas con trastornos de la personalidad, muestran desviaciones respecto de otras personas cuya personalidad es más estable, y aunque los pensamientos, los sentimientos y los deseos que se limitan a pasar de manera fugaz por la conciencia, y las estructuras que subyacen que son las responsables de esas experiencias subjetivas, que no son concientes, son estables y permanentes, sin embargo a través de procesos en el trabajo terapéutico tales como el reconocimiento, la evaluación, la puesta a prueba de los pensamientos inflexibles, muchas personas pueden modificar estados de personalidad patológicos, y lograr una organización más estable en su psiquismo.

Licenciada en Psicología
Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
Consultas al 4205-0549 155-143-6241

noticias relacionadas