Con una recreación del festejo de Argentina campeón mundial, chicos y chicas de instituciones barriales inauguraron una escultura de Messi en la UNLa

Chicos y chicas de 5 a 13 años de instituciones barriales de Lanús, Lomas de Zamora, Almirante Brown
y Esteban Echeverría que asisten al Programa de Verano “Los derechos de la niñez no se toman
vacaciones” de la Universidad, emularon el momento en que el capitán de la Selección Argentina
levantó la Copa del Mundo y estrenaron una figura metálica suya para homenajearlo.

 

En el marco de las actividades de cierre del Programa de Verano “Los derechos de la niñez no se
toman vacaciones”, la iniciativa socioeducativa, recreativa y cultural que lleva adelante la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) todos los meses de enero desde el año 2000 para fomentar la integración a la educación, chicos y chicas de 5 a 13 años de 12 instituciones barriales recrearon el momento en el que la Selección Argentina levantó la Copa en el Mundial de Qatar 2022 e inauguraron una escultura de Lionel Messi.

La celebración tuvo de todo: una réplica de la copa, el emir qatarí y hasta los saltos al alzar el trofeo. Mateo, un nene del merendero Eva Perón de Villa Sapito emuló a Leo Messi y vistió una réplica del tradicional bisht que fue confeccionada por la profesora de Plástica del programa. Recibió la copa y desató el festejo con el resto de los chicos de los centros comunitarios y merenderos: Eva Perón, Todo por los Chicos, Nueva Vida, Rincón Feliz, Madres de Caraza, Color Esperanza, Espacio de Oportunidades, 4 de Junio, Héroes de Malvinas, Dra. Ana Jaramillo, Teresita y Yacanto.

Luego, Santiago, otro de los chicos que asiste al programa, tomó un micrófono para enviarle un saludo al plantel: “Messi, te mando un saludo a vos y a todos los muchachos de la Selección”, dijo. Acto seguido todos cantaron la canción mundialista de la hinchada argentina “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar”.

La escultura de Messi y “La Plaza de los campeones” 

La escultura del capitán de la Selección fue emplazada al lado de una ya existente de Diego Maradona.

De esta manera, el espacio donde ambas se encuentran pasó de llamarse la “La Plaza del 10” a “La
Plaza de los campeones” ahora, en homenaje a ambos astros del fútbol mundial y a las selecciones
argentinas que obtuvieron la copa.

Según explicó Daniel López, director del Área de Patrimonio Histórico de la UNLa, el sector a cargo de construir la plaza: “Se eligió una foto de Messi en el Mundial de Qatar y la Dirección de Diseño y Comunicación Visual de la Universidad trabajó la imagen para transformarla en dibujo para impresión en papel de 2,3 metros de ancho por 3 metros de alto”.

Luego –relató López- la propia rectora de la UNLa e impulsora de la iniciativa, Ana Jaramillo, desplegó el dibujo en su despacho de la Universidad y “lo recortó para pasar la silueta transformada en matriz a la chapa y recortarla en ese material. Después se prepararon los caños del montaje, se soldó la figura y, por último, nuevamente la propia Rectora fue quien pintó la figura de Messi (rostro y camiseta de la Selección Argentina) junto a otros integrantes de la Universidad”.

 

“La Plaza de los campeones” es un área de 200 metros cuadrados ubicada detrás del edificio Juana Manso, en el campus de la UNLa, donde se puede observar las imponentes esculturas metálicas de Messi y Maradona junto a 30 bancos de dos metros de largo (hechos con durmientes de quebracho del ferrocarril con bases hormigón, fabricados en la Universidad).

El espacio integra el paseo escultórico de la UNLa que está conformado por otras cinco plazas (de
“Nuestra América”, “de la Democracia”, “de los Derechos Humanos”, “de la Paz” y “de la Justicia social”) y es el epicentro de varias de las actividades del programa de verano, como los días de visita de los Reyes Magos y las barrileteadas.

El Programa de Verano

El Programa de Verano “Los derechos de la niñez no se toman vacaciones” se inició en 2000,
apenas tres años después de la creación de la UNLa. La idea de su creación fue de la propia rectora de la Universidad, Ana Jaramillo y es llevado adelante por la Dirección de Deportes y Recreación de la UNLa, dependiente de la Secretaría de Bienestar Universitario.

La iniciativa es mucho más que una colonia de vacaciones. Las más de 30 hectáreas de la UNLa se
convierten en un espacio abierto al aprendizaje: para cientos de chicos de 5 a 13 años, de lunes a
viernes de 13.30 a 17.30, disfrutan del campus de la Universidad, en el marco de la difusión de la
Convención Internacional de los Derechos del Niño.

La UNLa les brinda jornadas gratuitas de deportes, talleres de oficios y actividades culturales a chicos que asisten a comedores escolares y comunitarios de Lanús, Lomas de Zamora, Almirante Brown y Esteban Echeverría.

Una brigada de profesores de educación física y ayudantes contratados con este único fin se ocupa de los chicos, organizados por grupos etarios (de 5 a 8 años y 9 a 13 años).

En cada jornada, los nenes asisten a dos talleres a cargo de profesores y especialistas en diversas artes, deportes y disciplinas: desde taekwondo y gimnasia rítmica hasta ajedrez y bijouterie; desde talleres de iniciación en los oficios donde los asistentes aprenden carpintería, plomería y mecánica hasta iniciación deportiva, pasando por artes plásticas y percusión.

Al llegar a la Universidad en micros rentados especialmente por la UNLa para el traslado reciben un refuerzo de almuerzo, y antes de volver a sus casas toman una merienda. Mientras tanto, los referentes de los merenderos y comedores que los acompañan tienen también la posibilidad de asistir durante la tarde a talleres formulados especialmente para ellos.

La edición 2021, debido al contexto epidemiológico, fue la única vez en la historia que el programa no se realizó de forma presencial, pero de todas formas se les hizo llegar a todas las instituciones barriales el 100% de los insumos alimenticios, recreativos y educativos. Se realizaron manuales lúdicos y videos explicativos para que los niños y las niñas se diviertan y aprendan de igual manera. A pesar de las dificultades, tuvo un buen impacto para quienes pudieron disfrutarlo.

Además de la recreación y la formación, el anhelo de la UNLa es que los chicos vean a la Universidad como algo cercano, un sitio que resulte ser disparador de sus aspiraciones. En ese sentido, chicos que alguna vez transitaron el Programa de Verano, hoy como adultos, son estudiantes de diferentes carreras de la Universidad. Tan posible como soñar, y como transformar los sueños en un proyecto de vida. En definitiva, de eso de trata.

“No concebimos enero sin el programa, ni el año sin tener articulación con instituciones barriales. El 100% de los que trabajamos en la UNLa estamos comprometidos con el proyecto institucional, con los valores y con lo que difundimos desde la universidad”, concluye Juan Loiseau, director de Deportes y Recreación de la UNLa.

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