Con la apuesta en la producción local, comienza una nueva Exposición de Videojuegos Argentina

Se esperan recibir cerca de 40 mil personas. Desde la organización resaltan el impacto que tuvieron las instituciones académicas en el crecimiento de la industria. 

La edición de la EVA 2023 recibió a más de 20 mil personas. Créditos: EVA.
La edición de la EVA 2023 recibió a casi 30 mil personas. Créditos: EVA.

Hasta el 26 de octubre se lleva adelante una nueva edición de la Exposición de Videojuegos Argentina (EVA) en el ahora renombrado Palacio Libertad –exCentro Cultural Kirchner–. Con conferencias, rondas de negocios, feria de empleo, zona de muestra de videojuegos y el cierre con una premiación, las personas asisten a un evento que apuesta por la producción nacional y latinoamericana. “El año pasado recibimos 29 mil visitantes y este año esperamos llegar a los 40 mil. Las expectativas son muy grandes”, cuenta Marcos Ribatto Crespo, productor general de EVA 2024, a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes. 

La industria de los videojuegos se potenció en los últimos años, particularmente después de la pandemia. La EVA da cuenta de esto a través de los números que manejan al interior de su organización: antes recibían cerca de 60 postulaciones mientras que desde 2022 hasta la actualidad el número supera los 200 juegos.

“En parte, el crecimiento exponencial se debe a que la gente pudo explorar más, durante la pandemia, lo que es aventurarse en el desarrollo de videojuegos. También tiene un gran impacto que las instituciones académicas comiencen a ofrecer distintas oportunidades para interiorizarse y aprender sobre lo que es el desarrollo de videojuegos y, sobre todo, que es posible hacerlo en Argentina”, enfatiza Crespo.

Así, universidades públicas (como la UNQ) y otras instituciones académicas apuestan por que los y las estudiantes aprendan sobre el panorama, la historia y el paso a paso del desarrollo de un videojuego. “Lo que tiene esta industria es que no necesariamente se requiere de una empresa para comenzar. Entonces, eso permite a los estudiantes aventurarse. Mientras se tenga una computadora, o incluso papel y lápiz, hacer un videojuego es posible”, afirma Crespo ante la Agencia. Y agrega: “La barrera de entrada es muy baja. Entonces, cuando las universidades abren la puerta y enseñan estas herramientas, la gente se entusiasma muy rápido”.

Entre los juegos recibidos para la EVA, abundan los de acción y aventura. Según el productor general, si bien prevalece el género fantástico que involucra a caballeros y dragones, muchos desarrolladores tienen una especial preferencia por los juegos de terror. 

 

Un espacio para jugar y también aprender

El primer día de la EVA se lleva a cabo en la Universidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Unicaba), donde se reunirán estudiantes, profesionales, compositores, guionistas, artistas, programadores, creadores de contenidos, músicos, diseñadores de sonido, entre otros.  Allí se celebra el “Talent Day” donde los principales estudios y productoras buscan personas para sumar en sus diversos equipos de trabajo. También participan universidades públicas y privadas, como la Universidad Tecnológica Nacional, Universidad Torcuato Di Tella o la Universidad Nacional de Rafaela.

 

La EVA ofrece conferencias, exposiciones de videojuegos, paneles y oportunidades de trabajo. Créditos: EVA.
La EVA ofrece conferencias, exposiciones de videojuegos, paneles y oportunidades de trabajo. Créditos: EVA.

Luego, desde el jueves hasta el sábado el evento se traslada al Palacio Libertad (exCentro Cultural Kirchner), donde habrá rondas de negocios, conferencias y paneles y se entregarán los EVA Awards 2024, que son los premios de la industria a los mejores desarrollos argentinos e internacionales del último año.

El espacio de la EVA es central para quienes buscan formar y crecer en la industria de los videojuegos. Desde la óptica de Crespo, “cuando desarrollamos, ponemos mucho de nosotros en el juego ya que estamos queriendo entretener mientras establecemos reglas y dinámicas que, creemos, van a ser divertidas para otros. Al dar todo de nosotros, nos exponemos a ser puestos a prueba por otros. Trabajamos mucho con la expectativa de que al otro le va a gustar lo que uno crea”.

 

Por Luciana Mazzini Puga

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