Comenzó el juicio al “Rey de la efedrina” y lo acusan de 93 envíos desde Ezeiza

Mario Segovia, conocido como “El Rey de la efedrina”, el mexicano Juan Jesús Martínez Espinoza y el padre del actor Mariano Martínez comenzaron a ser juzgados este viernes, junto a otras nueve personas, acusadas de haber realizado 93 envíos de esa sustancia desde el aeropuerto de Ezeiza.

La primera jornada del debate en el Tribunal Oral Federal (TOF) 4 de San Martín fue dedicada íntegramente a leer las acusaciones contra cada uno de los procesados, a quienes se los acusa de haber integrado una banda dedicada al narcotráfico hacia México, tras la elaboración de metanfetaminas en una quinta de Ingeniero Maschwitz.

El principal imputado es Segovia, quien está acusado de ser “jefe, financista y organizador de asociación ilícita”, y se cree que compraba grandes cantidades de efedrina a droguerías a través de distintas farmacias, que luego volcaba al mercado ilegal.

Según el requerimiento de elevación a juicio leído esta mañana en una sala con rigurosas medidas de seguridad, Segovia lideraba la la banda desde 2006 y era quien obtenía la efedrina de proveedores porque estaba inscripto con un nombre falso para poder comprar precursores químicos bajo la identidad de Héctor Benítez, un preso de Sierra Chica.

También está sentado en el banquillo de los acusados el mexicano Martínez Espinoza, acusado de tener un “rol activo” en la organizacion, ya que era el dueño de la quinta de Ingeniero Maschwitz que funcionaba como laboratorio.

Según la pesquisa, se contactaba con Ricardo “Ricky” Martínez, padre del actor Mariano Martínez, “a quien le pedía que consiguiera lugares para poder lavar dinero”.

También, por ejemplo, llegó a contratar a un somelier para que fuera a Mendoza a averiguar cómo se podían exportar vinos y compró una encorchadora para enviar efedrina disimulada en esa bebida.

En el caso de Martínez, se afirmó que era “el dueño de un galpón de Barracas donde se guardaba efedrina”, y que allí llegó a haber 700 kilos, pese a que el padre del actor siempre aseguró que no sabía qué le enviaban en los barriles.

Según la acusación, el resto de la banda le pedía que “los ayudara a esconder aproximadamente unos 200.000 dólares por mes”, producto del lavado de dinero, y por eso se lo considera un “partícipe necesario”.

Un eslabón fundamental al parecer también era la esposa de Segovia, Gisella Ortega, también sometida a juicio, quien tenía “una labor fundamental en logística y codirigía la parte financiera”.

A todos los acusados se les atribuyen 93 envíos de efedrina que fueron realizados mediante encomiendas enviadas desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.

También se les adjudica un intento de enviar dos paquetes de más de 40 kilos de efedrina, cada uno en hormas de zapatos metálicas, que tenían como destino León, en México.

Los ocho imputados restantes son Fernando Ventura García, Walter Gabriel Garrido, Pedro Díaz Cavero, Rubén Galvarini, Gonzalo Rodrigo Ortega, Antonia María Moreno, Horacio Jorge Quiroga y Rodrigo Pozas Iturbe.

Sobre Garrido, se destacó que “tenía conocimiento de exportación y poseía contactos en el área de cargas de Ezeiza porque había trabajado ahí”, en tanto que de Díaz Cavero se enfatizó que “trabajaba hacia más de dos años para compañías aéreas, lo que le daba acceso a información y lugares”.

Esta causa se inició el 18 de julio de 2008, cuando en una quinta de Ingeniero Maschwitz se descubrió un laboratorio clandestino, que fue considerado el más importante de América latina, donde se secuestraron 200 kilos de efedrina, la sustancia básica para la fabricación de metanfetaminas.

Por este mismo caso, ocho mexicanos fueron condenados el año pasado a seis años de prisión, pero tras cumplir la mitad de esa pena, en agosto pasado fueron expulsados del país, tal como prevé la ley de Migraciones, y recuperaron la libertad en su país.

En el mismo debate, también recibieron seis años de prisión los argentinos Marcos Frydman y su ex esposa Ana María Nahmod, dueños una farmacia de la Capital Federal, por comercializar ilícitamente drogas para la elaboración de metanfetamina.

En tanto, fue condenado el empresario Mario Ribet a cuatro años y tres meses de cárcel y los hermanos Guillermo Alberto y Héctor Daniel Salomón a cuatro años, en tanto que cinco personas terminaron absueltas.

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