Si bien el proyecto de ley, que propone una modificación al Código de Tránsito local, no estaba dentro del orden del día, el presidente del bloque oficialista porteño, Cristian Ritondo, pidió sumar sobre tablas la iniciativa, pese a que aún falta que el tema pase por tres comisiones de la Legislatura antes de llegar al recinto.

Con el planteo hecho, algunos diputados interpretaron que el PRO diseñó “una jugada” para que la tabla no fuera aprobada y así atribuir a las fuerzas de la oposición una falta de voluntad para discutir la ley contra “motochorros”.

Con ello, el PRO reflejaría la situación ocurrida ayer en la Cámara de Diputados de la Nación, donde se cayó el tratamiento de un proyecto que establecía medidas de seguridad bancaria.

Pero, la movida salió mal: cuando Ritondo solicitó a la vicepresidencia primera de la Legislatura, a cargo de Oscar Moscariello, la introducción de la tabla, olvidó pedir también el tiempo necesario para fundamentar el proyecto” facultad establecida en el artículo 201 del Reglamento Interno- que otorga cinco minutos para explicar su moción.

En consecuencia, Moscariello pasó a la votación directamente –que tuvo un resultado adverso dado que la tabla no fue aceptada- y dejó al legislador macrista sin la posibilidad de utilizar ese espacio para exigir al resto de los diputados a sumar su voto positivo a la ley contra “motochorros”.

Con este traspié, Ritondo insistió en su apuesta y propuso una sesión especial para el miércoles próximo, a las 15, para tratar la prohibición de llevar acompañantes en motovehículos en el microcentro y el proyecto de creación del “Registro de huellas genéticas digitalizadas”, más conocido como “Registro de ADN”.

“Le guste o no le guste a los legisladores de la oposición, la inseguridad se combate de una sola manera y con un único método: por medio de las leyes; y la oposición, está para hacer esas leyes que los porteños reclaman, pero ellos creen que están para otra cosa”, sostuvo Ritondo tras la sesión.

La normativa sobre los “motochorros” en cuestión propicia además que el acompañante lleve un chaleco reflectante en el cual deberá estar inscripto el dominio del vehículo.