De las 48 licencias secuestradas, 25 fueron de conductores de vehículos particulares, 10 de taxis, nueve de motos, tres de colectivos y uno de un camión, precisó a Télam un vocero del Ministerio de Justicia y Seguridad.

De esas licencias, 18 se retuvieron a la mañana y 30 a la tarde, y se comprobó que un alto porcentaje de ellas fue emitido en municipios bonaerenses, agregó la fuente, que explicó que el operativo se concretó en 25 puntos rotativos de la ciudad, entre las 8 y las 20.

La tarea involucró a unos 90 miembros del Cuerpo de Agentes de la Central de Tránsito de la ciudad, miembros de la Agencia de Control Ambiental y policías.

También participó la Nación, a través personal de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Comisión Nacional de Regulación de Transporte.

Los 25 puntos de control estuvieron en cruces de grandes avenidas y cerca de terminales de colectivos, donde hay gran movimiento vehicular y de peatones.

“Esos lugares fueron determinados mediante el mapa de riesgos en el tránsito de la Dirección de Seguridad Vial”, explicó la fuente, que aclaró que el operativo culminó “sin incidentes”.

El ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro y el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, estuvieron esta mañana, al comenzar los controles, en la esquina de Garay y Salta, en el barrio de Constitución, a pocos metros de terminales de colectivos y la estación ferroviaria.

Montenegro informó entonces, a esta agencia que “en menos de una hora se secuestraron seis licencias”, lo que consideró “un número muy alto”.

Sobre el mecanismo que se aplica, señaló que “cuando se quita el registro se labra un acta que tiene validez durante 40 días y en ese lapso, el conductor tiene que presentarse al controlador”.

“Ahí -continuó- se puede regularizar la situación, o sea pagar la multa o dar las explicaciones del motivo por el cual cruzó el semáforo en rojo, para que se le devuelva el registro”.

El ministro advirtió que “en caso de no hacerlo, a los 40 días el registro de conducir se destruye sea o no hecho por la Ciudad de Buenos Aires”.

Si la licencia de conducir es de otro distrito, “se lo notificamos al municipio o al gobierno emisor, para que no le vuelva a renovar el registro hasta que no se regularice la situación con la Ciudad de Buenos Aires”, puntualizó.

En cuanto al monto de las multas, que van desde los 300 a 3000 pesos, Montenegro señaló que “eso queda a discrecionalidad del controlador que tiene que ver la hora en que se pasó el semáforo en rojo, el lugar, si había riesgo o si había un colegio cerca”.

El funcionario dijo que “por cruzar el semáforo en rojo al conductor le sacan cinco puntos”, de acuerdo al sistema de `scoring` (puntaje), y recordó que cuando llega a la pérdida de 20 puntos, se lo retiran.

El titular de la Agencia de Control Ambiental, Carlos Pigner, acotó que en este operativo también se verifican los niveles de humo y ruido.

Estos controles están fundamentalmente dirigidos a los colectivos, y que si hay infracción “se interdicta al colectivo que tiene que volver a la terminal, no puede seguir trabajando y va a taller para su reparación”.

Rodríguez Larreta dijo a Télam que estos controles surgieron a raíz de que el cruce de semáforos en rojo “es la primera causa de muerte en la calle”.