Circuito turístico – cultural La Boca – Isla Maciel: “El Puente y sus orillas”
El proyecto “Circuito turístico – cultural La Boca – Isla Maciel: El Puente y sus orillas” es un trabajo conjunto entre las carreras de Turismo de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), la ACUMAR (Autoridad Cuenca Matanza-Riachuelo), el Ministerio de Trabajo de la Nación y el Ministerio de Deportes y Turismo de la Nación. El objetivo es generar un circuito socio-cultural que integre las dos orillas del Riachuelo, enlazadas por el cruce a través del histórico Puente Transbordador Nicolás Avellaneda desde una perspectiva comunitaria y sostenible.
Uno de los componentes más importantes del proyecto es la asistencia técnica, la capacitación y el entrenamiento de jóvenes locales del Programa “Más y Mejor Trabajo” (Ministerio de Trabajo de la Nación), con el objetivo de que puedan formarse como Promotores Turísticos Culturales de la Cuenca, incorporándose al mundo del trabajo. Con el fin de realizar un proyecto participativo y comunitario, se trabaja articuladamente con actores y actoras locales del territorio, como aquellos/as vinculados/as a la gastronomía, el deporte, los colectivos artísticos locales, teatros, museos, emprendimientos de artesanías y productos regionales. De esta manera, el diseño del recorrido apunta a un relato plural generado a partir del intercambio horizontal y dialógico con quienes construyen y constituyen el territorio, además de dar respuesta a la agenda social, cultural y económica local.
Para ello, durante el mes de septiembre, los/as jóvenes y el equipo de trabajo de la UNDAV -compuesto por docentes y estudiantes de las carreras de Guía Universitario en Turismo y Licenciatura en Turismo- han podido visitar y conocer: el “Museo de Bellas Artes de La Boca, Benito Quinquela Martín”, en el cual han sido recibidos por Víctor, su director; el “Galpón del Grupo de Teatro Catalinas Sur”; y el “Espacio Munar”, para conocer la muestra “Calle”, de la artista boquense Alejandra Fenochio.
Estos encuentros se conciben como espacio de intercambio y enriquecimiento, y apuntan a amplificar las voces de la comunidad anfitriona en su propia historia, revalorizar la memoria social desde sus propios habitantes y caminar hacia un proyecto de turismo-cultural que apunte a producir lo común, lo que es de todos/as/es, que promueva la ampliación de derechos y la valoración de los bienes culturales a escala local.