Científico de la UNQ llegó a la final de los prestigiosos premios Merck-Conicet

Lautaro Maidana, cuyo desarrollo llamó la atención al jurado del área de Ciencia de la Salud, intenta generar nuevos antibióticos mediante una innovadora tecnología.

 

El premio Merck-Conicet de Innovación en Ciencias de la Salud se entrega a emprendedores que presenten un proyecto de base científico-tecnológica en el campo de la salud con impacto en la sociedad. En su edición del 2024 Lautaro Maidana, estudiante de doctorado del Laboratorio de Biotransformaciones y Química de Ácidos Nucleicos de la Universidad Nacional de Quilmes fue finalista del prestigioso concurso. En dialogo exclusivo con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, Maidana explica de qué se trata su desarrollo denominado “Aptámeros químicamente modificados: el futuro de los antibióticos”.

Para el concurso se presentaron ochenta y cuatro iniciativas y solo diez alcanzaron la final. El jurado estuvo compuesto por nueve personas, seis científicos y tres miembros de la empresa.

“En el laboratorio trabajamos en el desarrollo de aptámeros, que son pequeños fragmentos de ADN que pueden reconocer otras moléculas, como si fuesen anticuerpos monoclonales”, explica. Lo innovador de la investigación tiene que ver con que pueden obtener estos compuestos independizándose de reacciones enzimáticas complejas, lo que se encuentra en vías de ser patentado.

Los aptámeros tienen aplicaciones muy diversas y esto se relaciona con la molécula que puedan reconocer. El proyecto finalista se enfoca en el desarrollo de estos fragmentos para que puedan actuar como antibióticos. “La principal ventaja tiene que ver con el tiempo y el costo de desarrollo ya que es sabido que tenemos una crisis de resistencia. Las estadísticas no son buenas respecto del presente, con aumento de muertes por infecciones bacterianas de forma directa o indirecta al contraer alguna enfermedad intrahospitalaria”, advierte. Y agrega: “Hay procedimientos muy seguros que dejan de serlo, como una intervención laparoscópica”. En este contexto, el desarrollo de nuevos antibióticos diferentes a los convencionales es fundamental.

De izquierda a derecha: Juana Santoro y Juan Bisceglia (investigadores del proyecto), Adolfo Iribarren (Director del grupo de investigación) junto a Lautaro Maidana (Fotografía Nadia Chiaramoni. Créditos: Agencia de Noticias Científicas).

 

La aplicación de los aptámeros no está restringida solo a los antibióticos. Como los anticuerpos monoclonales, pueden usarse en el desarrollo de kits de diagnóstico como aquellos que se compran en las farmacias para detectar un embarazo o en terapias contra el cáncer.

En este contexto, la metodología de obtención diseñada por Maidana resulta fundamental. En el presente, el científico evalúa múltiples aptámeros y suma el trabajo de la bioinformática para predecir mediante algoritmos aquellas modificaciones químicas que resulten convenientes y hacer un desarrollo racional de nuevas moléculas.

Maidana también explica que el grupo de investigación al que pertenece tiene un sintetizador de ácidos nucleicos que puede producir los aptámeros. “Es uno de los pocos que funciona en el país”, especifica. De hecho, una parte importante de su tesis doctoral fue poner a punto el funcionamiento de este equipo, lo que requiere de un trabajo muy metódico que toma tiempo.

En resumen, la herramienta desarrollada por Maidana y el grupo de investigación al que pertenece presenta una solución innovadora, no solo para la obtención de nuevos antibióticos, sino también para nuevas terapias y soluciones de diagnóstico. Queda por ver cuál es el techo de su trabajo, pero la base está.

 

Por Nadia Chiaramoni

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