Ciencia, literatura y música en un canto a la inclusión que abrió los Juegos Paralímpicos

Los Juegos Paralímpicos están en marcha, luego de una ceremonia de apertura que unió temas como la ciencia, la música, los derechos humanos y la literatura shakespeariana, para rescatar el espíritu de los atletas que compiten en este certamen.

A las 20.30 del Reino Unido una falsa luna se iluminó en el centro del Estadio Olímpico, colmado en sus 60 mil capacidades, y apareció el astrofísico Stephen Hawking, quien demostró que las incapacidades físicas no impiden ser reconocido como uno de los hombres más inteligentes del planeta.

“Miren a las estrellas y no a sus pies. Denle sentido a lo que ven, sean curiosos”, fue su mensaje que dio lugar a la recreación del Big Bang, el origen del universo, y no solo el inicio de la vida sino también del espectáculo.

A lo largo de toda la ceremonia, con un gran simbolismo, se representó a la declaración universal de los Derechos Humanos, se homenajeó a Isaac Newton y su descubrimiento de los principios de la gravedad y también al bosón de Higgs, la partícula elemental que logró ser observada en el reciente experimento del gran colisionador de hadrones.

También hubo referencias a la literatura británica, con nombre y apellido, a William Shakeaspeare. Inspirada en “La tempestad”, Ian Mckellen, el actor que interpretó a Magneto y a Gandalf, se puso en el papel de Próspero para anunciar que “la más grande aventura es la que está por venir”.

En esos segmentos shakespearianos, que atravesaron toda la apertura, también se lució la actriz Nicola Miles-Wildin, quien usa silla de ruedas, caracterizando a Miranda, el personaje principal de la obra.

Luego fue el tiempo del desfile de las naciones. Afganistán, que fue a Londres con un solo atleta, un levantador de pesas, abrió la pasada. Lo secundó Albania, uno de los 14 países que compite en los paralímpicos por primera vez.

Tras el ingreso de Argelia, Andorra, Angola y Antigua y Barbuda llegó el turno de los 63 deportistas argentinos con el nadador Guillermo Marro cargando la bandera. La mayoría tenía sus cámaras en mano para guardar este momento que sintetiza el resultado de años de esfuerzo y dedicación.

La ceremonia, titulada “Ilustración”, prosiguió con la soprano no vidente Denise Leigh, que cantó el tema “Spirit in Motion”, un tributo para estos juegos.

A la hora de los discursos, el titular del Comité Organizador y ex atleta británico, Sebastian Coe, le dio “la bienvenida a casa” a los paralímpicos, recordando que estos juegos están inspirados en los que empezó a organizar el hospital de la localidad británica de Stoke Mandeville en 1948.

Por su parte, el presidente del Comité Paralímpico Internacional, Philip Craven, les dijo a los atletas que “son modelos a seguir por una sociedad inclusiva” y les recomendó que además de competir, que se diviertan.

La reina Isabel II formalizó el inicio del certamen y una lluvia de fuegos artificiales iluminaron el estadio.

Uno de los momentos más emotivos de la noche se vivió cuando personas con distinto tipo de discapacidades salieron desde varios puntos del estadio y, colgados de cables, se reunieron en el centro del escenario. Todo con un fondo musical de la soprano galesa Elin Manahan Thomas.

La antorcha llegó al estadio a cargo de Joe Townsend, un soldado británico que perdió sus dos piernas en la guerra de Afganistán y que ya entrena para competir en Triatlón en Río de Janeiro 2016.

La posta la tomó David Clarke, que, a punto de cumplir 42 años, participará de una de las disciplinas de fútbol, y finalmente fue Margaret Maughan, primera atleta paralímpica en ganar una medalla de oro para el Reino Unido en Roma 1960, quien prendió el pebetero.

Las llamas quedarán encendidas hasta el 9 de septiembre, día en que Londres despedirá a los juegos y le pasará la responsabilidad a Brasil, primer país sudamericano en ser anfitrión.

noticias relacionadas