Chile: la perforadora llegó al refugio donde están los mineros y comenzó la etapa final del rescate

El éxito coronó hoy la etapa de perforación de un ducto para el rescate de los 33 mineros enterrados a 700 metros, cuando una máquina alcanzó el refugio en el que se desarrolla desde hace más de dos meses una tragedia humana debida a un desmoronamiento por fallas de seguridad laboral, informaron autoridades chilenas.

La noticia fue festejada con el tañer de campanas y abrazos entre los familiares de los mineros, técnicos y rescatistas, desde las inmediaciones de la mina San José, donde permanecen desde el 5 de agosto.

La perforadora Schramm T130 llegó hasta el taller de la mina San José e hizo contacto con los 33 mineros -32 chilenos y un boliviano-, para iniciar posiblemente el martes su salida del seno de la Tierra.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, opinó que los avances logrados en el rescate son “fruto de la unidad de todos los chilenos”.

“Hemos dado muestra de unidad, fuerza, fe y esperanza, que son reconocidas y admiradas por el mundo entero: esto demuestra que cuando los chilenos nos unimos detrás de grandes causas, siempre logramos alcanzar las metas”, dijo Piñera citado por la agencia alemana DPA.

El mandatario viajará el lunes a Ecuador a realizar una visita de Estado al presidente Rafael Correa: “Haré todos los esfuerzos para estar, ojala el día martes, compartiendo ese momento de alegría”, prometió.

Los gritos de los técnicos fueron hoy la primera señal de que se había cumplido el objetivo; al instante, sonó fuertemente una chicharra que hizo estallar en júbilo a los familiares que gritaron de alegría y lloraron de emoción.

María Segovia, hermana de Víctor Segovia, corrió junto a los demás con una inmensa bandera hasta uno de los cerros donde están las 32 banderas chilenas y una boliviana, en el Desierto de Atacama, a unos 800 kilómetros de Santiago.

“Es una emoción tan grande que el corazón me va a estallar”, dijo esta mujer conocida como la “alcaldesa” del campamento Esperanza, consignó la agencia italiana ANSA.

Miguel Valenzuela, minero, amigo y compañero de trabajo de Jorge Galleguillos, dijo que siente “alegría pero con cautela, (ya que) estamos en la segunda parte; la tercera es cuando empiecen a salir: todavía están los mineros ahí mismo y falta un buen poco”.

El ministro de Minería, Lawrence Golborne abrazó a Daniela Lobos, hija del ex futbolista Franklin Lobos, mientras la campana de la escuela San José no paró de sonar por media hora.

“Todavía queda bastante camino por hacer, mucho que recorrer y precauciones que tomar, pero se ha concretado un nuevo paso, un hito importante en este proceso de rescate que esperamos culmine exitosamente”, dijo el ministro.

Golborne confirmó que el ducto quedó completamente abierto a las 9 hora argentina y que la perforación “se hizo en forma controlada, con una filmación, al mismo tiempo que los mineros abajo nos iban indicando el nivel de perforación”.

“Los mineros están muy tranquilos, mucho más relajados que la prensa; ellos conocen bien el proceso que viene, los tiempos que va a tomar, todavía no hemos rescatado a nadie, seguimos trabajando siempre pensando en prevenir cualquier situación que pudiese ser de mayor complejidad”, enfatizó.

Desde Jujuy, Germán Noro, delegado del jujeño Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, dijo a Télam que “se comprende la alegría de los familiares de los mineros, aquí en la provincia también lo experimentamos porque es Jujuy capital de la minería nacional”.

“Es muy importante poner atención a las condiciones de trabajo de los mineros, tanto en Chile como en todo el continente”, advirtió.

El día del incidente, los mineros estaban en el refugio, en el sector norte de la mina, y el derrumbe se produjo en el lado sur, lo que los salvó de morir, aunque debieron soportar 17 días de incertidumbre mientras las perforadoras intentaban hacer contacto, comiendo una cucharada de atún al día y racionando el agua.

El 22 de agosto hicieron sonar unos hierros, pintaron un tubo que llegó a la superficie y luego enviaron el histórico mensaje en un papel con tinta roja: “Estamos todos bien, los 33 en el refugio”.

Sus mujeres, padres y hermanos no perdieron nunca la esperanza de encontrarlos con vida y se instalaron con carpas en una calle larga de tierra, soportando 30 grados de día y cinco, de noche.

“Vamos carajo, un montón de tierra y de piedras no puede con este puñado de atacameños”, reza desde entonces sobre el tierral un cartel premonitorio.

noticias relacionadas