Caso García Belsunce: declararon los operadores de OSDE y Paramedic y responsabilizaron al médico

Cuatro operadores telefónicos de la obra social y de la empresa de emergencias que intervinieron cuando Carlos Carrascosa pidió una ambulancia para su esposa, María Marta García Belsunce, dudaron de la versión del accidente, uno de ellos preguntó si a la mujer la habían “cagado a palos” y dijeron que el médico era quien debía avisar a la policía.

La quinta audiencia del juicio por el encubrimiento del crimen tuvo como eje central la escucha de nueve grabaciones de las comunicaciones que la tarde del 27 de octubre de 2002 tuvieron entre sí los operadores y supervisores de las empresas OSDE (de medicina prepaga a la que llamó Carrascosa) y Paramedic (despachada al country Carmel por OSDE con una ambulancia).

Con esas grabaciones, reproducidas en la sala mientras declaraban los testigos, quedó complicada la situación de Juan Gauvry Gordon, el médico imputado por el encubrimiento del crimen, quien fue el primero en arribar al Carmel en la ambulancia de Paramedic.

Es que de los diálogos incorporados al debate se desprende que ante una muerte traumática o dudosa como la de María Marta García Belsunce, el médico debió haber pedido intervención policial.

En su primer contacto con Paramedic desde el lugar del hecho y luego de haberle realizado a la víctima 20 minutos de reanimación sin éxito, el médico Gauvry Gordon (GG), tuvo el siguiente diálogo con un operador que envió la ambulancia de Paramedic, llamado Nicolás Costa (NC):

NC: -Quiero saber de la mujer.
GG: -Tengo un óbito. La encontraron muerta con un traumatismo de cráneo.
NC: -¿Es una muerte dudosa?
GG: -Y… es medio… No es dudoso, pero…
NC: -¿Avisamos a la policía?
GG: -No. Hago una constatación de óbito, nada más.
NC: -Listo ahora aviso…
GG: -A ver cómo lo manejamos.

Otra de las grabaciones reproducidas fue un diálogo entre un operador de OSDE llamado Guillermo Piermattei (GP) y el supervisor de turno de Paramedic Víctor Siwulec (VS), en el que el primero pregunta si a María Marta la habían “cagado a palos”:

VS: -Llamo por el óbito de Pilar.
GP: -Sí
VS: -Estaba fallecida. Le hicieron veinte minutos de RCP (reanimación cardiopulmonar). Estaba con fractura de cráneo con pérdida de masa encefálica.
GP: -¿Qué, la cagaron a palos?
VS: -No sé. Intencionalidad parece que no hubo. Dicen que ahí nadie le hizo nada. Más no preguntó.

En otro diálogo entre Siwulec (VS) de Paramedic y Raúl Zalazar (RZ) de OSDE, se vuelven a plantear las dudas sobre si se debía llamar a la policía y además se habla de “muerte dudosa”:

RZ: -Quería saber del óbito…
VS: Terminó en óbito, con fractura de cráneo con pérdida de masa encefálica.
RZ: -¿Fue muerte dudosa?
VS: -Parece que sí, muerte dudosa. Constatación de óbito fue lo único que hizo (por el médico). Lo que vio fue eso. Los familiares dijeron que no hubo nada intencional.
RZ: -¿No hacen aviso a la policía?
VS: -No, nada de eso.
RZ: -¿Ustedes no tienen la obligación?
VS: -El (médico) no vio nada. Le da la sensación de que se cayó, se abrió la cabeza y falleció. No es algo que se ve habitualmente.

Uno de los operadores telefónicos que declaró hoy como testigo frente al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro, fue el supervisor Siwulec de Paramedic, quien aseguró que al hablar con Gauvry Gordon lo notó “dubitativo”.

“Nosotros suponíamos que era una muerte dudosa o traumática y se sugirió o preguntó si había que dar aviso a la policía. El doctor dijo que no era necesario porque no había intencionalidad en el hecho”, explicó Siwulec ante los jueces María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi Truglia.

Cuando el abogado de Gauvry Gordon, Gabriel Becker, le preguntó por qué no llamaron ellos a la policía ante un cuadro de tantas dudas, Siwulec respondió: “Es el médico que está en el lugar del hecho el que debe dar la autorización para que intervenga una fuerza policial”.

El primer testigo de la jornada fue Pedro Aspiroz de Achával, un joven que tenía 13 años en 2002 y, al igual que ayer declararon dos amigos suyos, la tarde del crimen vio trotando por los caminos internos de El Carmel al vecino Nicolás Pachelo, sospechoso del hecho para la familia García Belsunce.

El joven dijo también que vio pasar a María Marta andando en bicicleta, poco antes de que fuera asesinada de seis balazos en la cabeza en su casa del country.

El juicio se reanudará el martes próximo con la declaración de más testigos.

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