Carta abierta de Navidad

Escribe el Dr. Rubén Sosa.

A los trabajadores de la Salud infantil de los Hospitales públicos.
 
Mi pregunta, sin faltar el respeto, es saber si el símbolo de la navidad es ese señor gordo en trineo con atuendo polar y los colores de la Coca-Cola. Porque así fue la cosa, de una exitosa propaganda de la bebida salió el atavío rojo y blanco con el que anda por todos lados al mismo tiempo.

Mientras la enfermera, el pediatra, la asistente social, la voluntaria, ven a los pibes transpirados, el sudor mezclado con el agrio azúcar del polvo reseco de vaya a saber que calle (porque vienen del conurbano profundo…) Mientras aquellos anotan en la planilla sus disímiles y lejanas direcciones, se preguntan también

–  ¿Dónde está la nieve?

Seguramente el calor que casualmente tiene el hemisferio sur para estas fechas la debe haber derretido.

–  Si al memos refrescaran un poco los copos dibujados en los vidrios de los escaparates, los que cuelgan de los techos de los «Shopings», de los «Mall», de los « Hiper»; como se llamen. Y esos tristes algodones que simulan una nevada que jamás tendremos sobre verdes e hirsutos pinos exóticos con alma de alambre retorcido…

Se preguntan algunos otros:

– Si se pudiera sumar en kilos de pan o comida lo que al cielo se eleva y cae hecho cenizas en fuegos artificiales patrocinados por tantas empresas, clubes, Municipios… incluso en las casas de tantos, ¿cuánto daría?

En tantas oportunidades miro a esos niños con cierta tristeza y/o impotencia –no se bien a veces que es- e intuyo sus casas de mesas escuálidas… Y si bien no llego a sentirme del todo culpable de la preocupación por la forma en que se hará el lechón que tanto desvela a mi familia, un regusto amargo me ronronea el alma.
Los trabajadores de mi Hospital, la Casa Cuna, como todos los trabajadores de los hospitales públicos, saben que los bebés que desfilan por las infinitas camillas de los consultorios, las cunas, las camas de las salas, que van desde el deshidratado hasta aquel desnutrido o ese que está en seguimiento porque su madre, como tantas, descubrió en los primeros meses de embarazo que es HIV positiva y a su manera cada uno ruega a su dios o suplica al destino para que su paciente no se haya contagiado … y recuerda lo del curso de administración hospitalaria:
– La demanda siempre es infinita y los recursos por ende siempre serán escasos…
Podríamos concluir entonces que esos chicos nacieron en una condición social muy parecida al niño del pesebre de Belén.

Ese niño hoy es desplazado por el hiperconsumo, la obscenidad de ciertos derroches transmitidos y repetidos por televisión radio e Internet, sí, lo desplazan, como todos los años.

A las pruebas me remito. En ese mundo helado, en todo el sentido de la palabra, donde el que maneja los hilos es el dios Mercurio pienso que, paradójicamente, el causal de todo esto, digamos el protagonista de la navidad tiene muy poco «raiting» (se escribe así?) si se lo midiera. Y si una encuestadora pusiera a ese niño de Belén vs. Papá Noel , o si se lo comparara con el resto de las cosas que se ven, se hacen y hablan ¿Quien tendría mejor «imagen positiva»?

Convengamos que las palabras Cristo, Jesucristo, Niño Dios, Jesús Niño, Rey de reyes… no se pronuncian tanto en relación al resto de la parafernalia navideña albi- rojiza, para no dejar el futbol de lado, Dios nos libre.

Pero ellos, los trabajadores de la salud en el ámbito público saben que el 80 % de los pacientes que ven tienen las tan mentadas necesidades básicas insatisfechas, saben de cristos sin cruces, sin culpas, igual a aquel niño que dividió la historia en dos.

Yo, humildemente te saludo compañero/a de la tarea cotidiana, ambos sabemos, más allá de nuestras creencias, nuestras agnósticas dudas y ateas conjeturas, dentro de una u otra religión, cerca de la ciencia o de los púlpitos, que en cada chico que atendemos en el hospital está, de alguna manera, ese otro, con su mensaje de Paz y Amor.

Lejos del Jo… Jo… Jo… del hombre rollizo de la bolsa con regalos, a años luz del arbolito con luces y la mesa tendida con frutas secas…
Para vos, que de alguna manera sabes… que en los hospitales públicos todo el año es navidad…

Feliz en este y el resto de los días que están por venir.

rubensosa@gmail.com
www.historiasenelaire.com.ar

noticias relacionadas