Carlos Carrascosa pide a los jueces morir en su domicilio

El viudo, condenado a prisión perpetua por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce, pidió que le concedan una prisión domiciliaria porque quiere “morir” en su casa, ya que padece problemas cardiovasculares y una fuerte depresión.

El imputado, de 68 años, habló durante unas dos horas con los jueces de la sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, ante quienes detalló lo delicado de su estado de salud por problemas cardiovasculares y les manifestó que sufre una “depresión feroz” porque se considera “inocente” y no puede tolerar que no se encuentre al asesino de su esposa.

La Cámara no tiene plazos para resolver, aunque se espera que sea en los próximos días.

Esta mañana, Carrascosa fue conducido desde el penal de Campana, donde está preso desde 2009, a los tribunales de San Isidro, donde fue recibido por los camaristas Oscar Quintana, Ernesto García Maañón y Duilio Cámpora en una audiencia que no tuvo acceso de público.

Acompañado por su abogado, Fernando Díaz Cantón, el viudo “pudo expresarse dentro de sus facultades y transmitirle a los jueces sus angustias y su desesperación por la situación que está atravesando”, relató un vocero del encuentro.

“Contó la situación de depresión feroz que sufre y la situación terrible que vive por lo que demoran los tribunales en hacer las cosas y les dijo que no se investiga ni se busca a los autores del crimen de su mujer”, agregó.

A lo largo de la audiencia, Carrascosa expresó el “temor” que tiene de morirse en la cárcel y pidió que sea en su casa, que en realidad es una propiedad de su amigo Héctor Liñeiro en el barrio cerrado CUBE, del partido bonaerense de Tigre.

El imputado vivió allí el tiempo que permaneció en libertad después del juicio oral realizado en 2007, ya que no quiso regresar al country Carmel de Pilar, donde fue asesinada María Marta.

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