“Sus palabras tuvieron amplia repercusión mundial y fueron más allá de la condena a la pena de muerte”, aseveró Carlés, quien participó ayer de la audiencia privada entre el Papa y 30 juristas de las cinco asociaciones más importantes de derecho penal y criminalística del mundo.

“Francisco se refirió a la construcción de enemigos para la sociedad desde algunos medios de comunicación dominantes, donde situó en primer lugar a los inmigrantes y a los jóvenes, y sobre todo, los pobres”, contó el especialista en declaraciones a Radio Nacional.

Respecto de la condena a la pena de muerte dijo que “fue lo menos novedoso, porque en definitiva ratificó la Doctrina Social de la Iglesia, aunque sí, lo hizo de una forma más absoluta”.

“Sin embargo, lo novedoso fue que trató otros temas que nunca habían sido tratados por la Iglesia como la condena total al abuso de la prisión preventiva, y las entregas de detenidos que hacían muchos países europeos a fuerzas secretas estadounidenses, o a otros países, para que terminaran en centros clandestinos de detención”, manifestó Carlés.

Agregó que “el Papa tuvo expresiones bastante precisas respecto de delitos como la corrupción y la trata de personas” y se manifestó en contra de las “cárceles de máxima seguridad de los Estados Unidos” analizando cómo “a partir de ellas, se han ido extendiendo prácticas vinculadas a las condiciones de detención”.

El especialista en derecho penal agregó que el discurso papal fue “bastante extenso, tuvo 12 páginas”, y tocó “tanto temas universales como específicos de algunos países”.