Cacho Tirao, romance, éxito y tragedia

Escribe Antonio J. González

A los cuatro años comenzó su romance con la guitarra alentado por su padre y poco después fue premiado en su primera presentación radial. Era un artesano de la música, artista, con un sonido limpio y transparente. Había nacido en Berazategui y luego con su familia se radicó en Wilde. Cacho Tirao fue sinónimo de virtuosismo mágico y creativo. Luces y sombras de una vida que encandilaba desde un escenario vacío, él solo con su guitarra. El espacio de tantos éxitos y aplausos y el mismo que lo vio desplomarse en el 2000 por un accidente cerebrovascular.

A los siete años había ganado su primer premio, por una presentación en la sección artística de Radio Mitre. Con sólo 16 años fue incluido como solista en la orquesta del Teatro Argentino de La Plata. Fue integrante del Quinteto de Astor Piazzolla. Trabajó, entre otros, con Osvaldo Tarantino, Dino Saluzzi y Rodolfo Mederos, acompañó a Josephine Baker y dejó grabados cerca de 40 discos, uno de los cuales vendió un millón de placas. Además es autor de numerosas composiciones propias, dentro de ellas el Concierto para Guitarra y Orquesta Sinfónica “Conciertango Buenos Aires”, creado a instancias del genial concertista español Joaquín Rodrigo y que estrenó en Bélgica en 1985.

Durante los años 70 estaba a cargo del programa Recitales espectaculares, con elevados niveles de audiencia. En esa época daba recitales junto con Paco de Lucía con quien comenzó una fuerte amistad.

Pero los golpes de la vida fueron implacables. Alegría y tragedia lo acompañaron. La enfermedad lo obligó a reeducarse para poder retomar su romance: la guitarra. Se preguntaba muchas veces “¿Por qué a mí?”. En 1986 ya el dolor lo cruzó muy fuerte. Su hijo murió por un accidente desafortunado en su casa.

Tras haber abandonado la actividad artística por seis años, en el 2000 luego del incidente cardiovascular que le generó una hemiplejia, Tirao había retomado sus presentaciones y llegó a registrar su última placa discográfica, “Renacer”, título de gran significación en su vida. En este material, que incluye una serie de temas propios como “Le petit tango”, “Tercer tiempo” y “Teresa, mi renacer”, dedicado a su esposa, participó también su hija Alejandra en voz.

Conoció el éxito y la consagración. Trabajó con Osvaldo Tarantino, Dino Saluzzi y Rodolfo Mederos y acompañó a Joséphine Baker.

Pero el fuerte respaldo estaba en su virtuosidad con la guitarra. Compuso e interpretó tango, milonga, zamba, cueca, chacarera y otros géneros musicales. Entre sus particulares composiciones se destacan “La Milonga de Don Taco”, en memoria de su padre; “La milonga del niño deseado” dedicada a su nieto y la excelente bossa nova titulada “Sonveri”, grabada para CBS en 1980 en el álbum “Selección Especial de Cacho Tirao”.

En mayo del 2007 fallece en su domicilio de la ciudad de Buenos Aires Oscar Emilio (Cacho) Tirao, como desenlace de aquel accidente cardiovascular. Seguramente una gran lágrima cubre desde entonces algunas guitarras y nadie las puede consolar.

ajgpaloma@hotmail.com

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