Bullying: La importancia del uso correcto y responsable de la expresión

Escribe la Dra. Claudia Edith Fontana, Directora CMuRC (Centro Multidisciplinario de Resolución de Conflictos).

Como ya expresáramos hace algunos meses, el bullying o acoso escolar, es uno de los tipos de violencia que se vive en el ámbito escolar, y como tal tiene características propias que la diferencian de otros tipos de violencia escolar y de otras situaciones de violencia en general.

El bullying es definido como el hostigamiento o persecución ya sea física o psicológica de un alumno contra otro, es decir entre pares. Y una de sus características principales es que este hostigamiento o persecución tiene que ser reiterado y sostenido en el tiempo, por tal motivo una pelea puntual entre dos alumnos será un caso de violencia escolar (con toda la gravedad que la misma pueda implicar), pero si no se sostiene y reitera en el tiempo, no es bullying.

Tampoco puede existir bullying de un alumno hacia un profesor o viceversa ya que, como señaláramos al definir bullying, el mismo se da entre pares. Entre alumnos y profesores, al igual que entre padres y docentes podrá existir violencia pero no bullying.

Para aclarar aún más, cuando estamos en presencia de acoso escolar o bullying
necesariamente encontramos a estos protagonistas:

-Un hostigador: que es el líder y quien idea el hostigamiento pero no necesariamente lo ejecuta

-Un hostigado: que es quien padece el acoso

-los seguidores: aquellos que apoyan al líder y quienes en ocasiones ejecutan el acoso.

-los espectadores: que pueden sólo mirar, reírse o tratar de detenerlo.

-el personal de la escuela

-los padres.

Como vemos el acoso escolar es un tipo específico de violencia que es necesario identificar para realizar una correcta intervención.

Así como resulta fundamental un buen diagnóstico médico que distinga si nos encontramos frente a un cuadro de gripe o de anginas para indicar y realizar el tratamiento adecuado, del mismo modo ocurre con los casos de violencia escolar, tanto para prevenirlos como para intervenir cuando lamentablemente ya se han producido, es imprescindible tener claro frente a qué caso de violencia nos encontramos.

En este sentido, y de allí el titulo que propusimos para este artículo, es necesario que comencemos a hablar con propiedad y responsabilidad, sobretodo quienes tenemos acceso a los medios de comunicación o quienes pueden ser leídos por sus numerosos seguidores en las redes sociales.

Hoy la palabra bullying se ha puesto de moda, todo parece ser bullying, se habla de bullying mediático (imposible que exista, será acoso pero no bullying), se realizan distintas bromas televisivas al respecto (ej: «me estás haciendo bullying»). Y no pretendo decir que no resulten graciosas las bromas en el contexto en que son realizadas, sólo creo que de tanto nombrar esta palabra y aplicarla a situaciones que no lo son, lejos de colaborar con este grave problema que hoy nos aqueja, sólo nos trae confusión y nos distrae del tema principal.

Ante el aumento de la intensidad y gravedad de los casos de violencia escolar y de bullying, debemos tomar con la mayor seriedad esta situación y utilizar correctamente este término, ya que como lo expresáramos en una nota anterior consideramos imprescindible para el abordaje de la conflictiva escolar y comenzar a encontrar un remedio para ella: La correcta información, así como la formación y capacitación.

Dra. Claudia Edith Fontana
Directora CMuRC (Centro Multidisciplinario de Resolución de Conflictos)
Abogada – Mediadora – Profesora en Ciencias Jurídicas
cmurcescuelas@gmail.com
Consultas al: 4217-0394

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