Avellaneda-Lanús: Mons. Margni reorganizó la curia e hizo nombramientos
El obispo confirmó como vicario general al Pbro. Rubén López y nombró con las mismas facultades al Pbro. Osvaldo De Piero. También designó vicario judicial al Pbro. Raúl Rodríguez Rancati.
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Margni, escribió una carta a la comunidad diocesana dando detalles de la designación de vicarios que, subrayó, lo acompañarán más de cerca en su tarea pastoral a partir de ahora.
“Los dos años y medio que llevo entre ustedes me han permitido conocer, cada vez con mayor profundidad, las posibilidades y necesidades pastorales de nuestra diócesis. Este tiempo ha sido, desde el comienzo, un camino de discernimiento madurado en el diálogo, la reflexión y la oración”, contextualizó y agregó: “Son muchos los desafíos; son muchas también las oportunidades para crecer como Iglesia arraigada en el Evangelio, cercana a quienes sufren, sinodalmente en movimiento”.
Monseñor Margi designó al presbítero licenciado Raúl Rodríguez Rancati vicario judicial, sucediendo a partir del 13 de junio al presbítero Alejandro Alonso, que en los próximos meses iniciará una experiencia pastoral y de formación de un año en diócesis de Phoenix (Estados Unidos).
Confirmó, además, al presbítero licenciado Rubén Oscar López como vicario general y moderador de la Curia diocesana y nombró vicario general, con las mismas facultades y responsabilidades, al presbítero licenciado Osvaldo De Piero, hasta ahora vicario episcopal de Ministerios.
Al mismo tiempo, organizó los ámbitos y responsabilidades en la Curia diocesana a fin de dar, subrayó, “una mejor respuesta a las necesidades de la misión evangelizadora y asegurar una mejor coordinación de los diversos servicios diocesanos de animación pastoral”.
En este sentido, el obispo encomendó a los vicarios generales ámbitos específicos, para que “los acompañen más de cerca, ayuden a articular los equipos que ya vienen trabajando en estas áreas y tengan un contacto más fluido con ellos y las iniciativas que proponen”.
- Al padre Rubén Oscar López le he encomendado el ámbito de la administración de los bienes y recursos, para atender todo lo referido al cuidado de los edificios destinados al culto y la misión evangelizadora de la comunidad eclesial; los servicios de administración económica y la gestión patrimonial diocesana (incluidos los colegios que dependen del obispado), y la atención de los asuntos jurídicos de la diócesis correspondientes al fuero civil, como así también la coordinación de la Curia diocesana.
- Al padre Osvaldo de Piero, por su parte, le he encomendado el ámbito de los ministerios, en el que ya venía trabajando, y el ámbito de la diaconía social y de la caridad, para coordinar y fortalecer todo lo referido a la pastoral de la caridad (Cáritas), la pastoral social, la pastoral de la salud y de las personas con adicciones, la pastoral carcelaria, la promoción del cuidado de la creación, y otros servicios semejantes.
- Al padre Raúl Rodríguez Rancati, naturalmente, queda encomendado el ámbito de justicia, al que compete la potestad judicial, la tutela del derecho y el asesoramiento canónico del obispo y la comunidad diocesana.
Monseñor Margni especificó que siguirá junto con ellos el trabajo en estos ámbitos, pero acompañará “de manera más directa los demás ámbitos de la vida pastoral, especialmente las que se refieren al anuncio, la celebración y la animación comunitaria, acentuando mi presencia allí donde lo considere más necesario”.
“Con esta definición de ámbitos, espero poder acompañar de manera más orgánica la vida y la misión de nuestra diócesis y favorecer un discernimiento más plural de las situaciones que van presentándose”, fundamentó.
“Como hacíamos informalmente hasta ahora, con el padre Oscar López y el padre Osvaldo De Piero nos seguiremos encontrando periódicamente, incluso cada semana, para dialogar, analizar y proyectar juntos, atentos a todos los ámbitos y dimensiones de nuestra vida eclesial, no sólo aquellos que les he encomendado especialmente y de los que, por lo demás, no me desligo en absoluto. Se trata de fortalecer y asegurar un acompañamiento más efectivo, no de restar”, destacó.
El obispo aclaró, además, que “ninguno de estos ‘ámbitos’ reemplaza a los servicios diocesanos (equipos, comisiones, juntas, etc.) que ya vienen trabajando, ni constituyen nuevos organismos que se suman a los anteriores. Más bien, son un modo de animar, de articular, de ayudar a encontrarse, discernir juntos y colaborar tanto como sea posible entre equipos que, aun atendiendo a dimensiones específicas de la vida pastoral, comparten el mismo núcleo de problemáticas y trabajan en los mismos ambientes o en realidades que se conectan”.
“Espero que, de este modo, todos juntos podamos ofrecer un mejor servicio a las parroquias y comunidades en su misión de hacer presente el Evangelio entre los hombres y mujeres de Lanús y Avellaneda, como el Señor Jesús nos ha encomendado”, expresó.
“Desde ya agradezco a los padres Osvaldo De Piero y Raúl Rodríguez Rancati su disponibilidad para asumir estas nuevas tareas que les encomiendo y la generosidad de su entrega al pueblo de Dios y al Evangelio. Y agradezco de un modo especial al padre Rubén Oscar López, que me acompaña desde mi llegada a la diócesis, así como había acompañado antes al padre obispo Rubén Frassia y, sobre todo, habiendo asumido él mismo una responsabilidad tan delicada en la animación de la diócesis durante los largos meses a la espera de un nuevo obispo. A todos, les pido que no dejen de rezar por ellos y por mí”, concluyó.