Avellaneda celebra sus Fiestas Patronales y el 50º aniversario de su Diócesis

En Exclusiva: la palabra del Obispo diocesano de Avellaneda-Lanús, Monseñor Rubén Frassia.

Avellaneda celebrará este lunes sus tradicionales Fiestas Patronales, esta vez con un motivo más de festejo: el 50º Aniversario de la creación de su Diócesis.

Por ese motivo, La Ciudad dialogó en exclusiva con el Obispo de Avellaneda y Lanús, Monseñor Rubén Frassia, en los días previos a la celebración, sobre el significado del acontecimiento y sobre la actualidad diocesana.

«Cuando asumió el primer Obispo, Emilio Di Pasquo, el 15 de agosto de 1961, las crónicas decían que la cantidad de gente que había en ese momento en avenida Mitre era una cosa fantástica y extraordinaria…»

«Estamos en un año de Jubileo, que para la Iglesia es una acción de gracias, es importante porque es hacer presente aquel acontecimiento del cual fuimos beneficiados, hacerlo memoria y gratitud».

«Cuando en la Biblia y en el antiguo testamento se celebraba un año jubilar, el bien llegaba a todos, a los dirigentes, a los que tenían hambre, a los que tenían abundancia de comida, incluso se liberaba a algunos prisioneros – explicó Frassia – de alguna manera el año jubilar da gracias, pero a la vez es recibir la gratitud social: la amnistía, la reconciliación, el perdón y la justicia, entre otras cosas».

«Mantener viva la esperanza»
«Cuando nos referimos a lo espiritual hablamos de algo real, no abstracto, porque lo espiritual es real y concreto, no queda solamente en el ámbito de las ideas», remarcó el Obispo diocesano, quien señaló que en estas Fiestas Patronales «la Virgen es la que nos enseña a mantener viva la esperanza».

«En un mundo complejo, duro, complicado y difícil, tenemos que mantener viva la esperanza. La vida que se nos ha prestado es un misterio y tenemos que agradecerlo, tenemos que ser hijos y personas agradecidas, independientemente de los resultados». Aunque nos haya ido mal, hay que ser agradecidos porque la vida seguirá siendo un rol, un regalo. Tenemos que seguir tomando la antorcha de la luz y la esperanza, porque, quien anda en la luz, sortea las dificultades, allana los problemas y trata de ser objetivo, concreto», sostuvo.

«Nuestro país y nuestra sociedad tienen tremendas tentaciones y tenemos que superarlas, pero no por la fuerza, sino por la intensidad de la verdad y por construir en valores. Todavía podemos dar razones de nuestra esperanza, que la Virgen nos ayude, que ayude a Avellaneda y que nos bendiga en nuestra Diócesis, pidió Monseñor, quien recordó también que este año se cumple el 10º aniversario de la unificación de las diócesis de Avellaneda y Lanús. «La fe y el amor no tienen fronteras. Cuando uno tiene Fe y amor, no hay límites, que Nuestra Señora de la Asunción nos acompañe y nos ayude a buscar la voluntad del Señor».

50 años, un signo de crecimiento y maduración
Para el Obispo de Avellaneda-Lanús, Monseñor Rubén Frassia, este aniversario es un símbolo de crecimiento y desarrollo de la diócesis. «Significa tomar conciencia de una cierta maduración, de ponerse de pie o los pantalones largos, como se decía en otros tiempos. Hemos crecido y estamos creciendo, con el fortalecimiento de todas las comunidades parroquiales y de los trabajos apostólicos que se están realizando en las distintas áreas», expresó Monseñor Frassia.

En ese sentido, remarcó los trabajos en los ámbitos de la caridad y el servicio, de Cáritas, de la Fundación Di Pasquo que continuó la obra del Padre Modesto, y de la labor tanto con la comunidad eclesial como cívica.

Con respecto a ese mundo ciudadano, Monseñor Frassia se refirió a uno de los momentos más importantes como comunidad, que es el de elegir a sus autoridades.
«El ciudadano tiene la responsabilidad y la libertad de poner su voto para elegir quién va a ser su gobernante, por eso es importante que exista una libertad real en la votación, para que se elija a aquellos que, de alguna manera, nos representan en la sociedad, en el presente y en el futuro», sostuvo. «Es una responsabilidad ineludible, de la cual uno no puede abstraerse o dejar de pensar, porque tenemos que preguntarnos qué cosas queremos para nosotros, para nuestros hijos y para nuestro futuro», puntualizó el Obispo diocesano.

Finalmente, sobre los hechos más relevantes que está viviendo la diócesis en este año Jubilar, Monseñor Rubén Frassia recordó que «en abril fuimos a darle gracias a la Virgen de Luján, después tuvimos la Fiesta de Corpus Christi y ahora, el 20 y 21 de agosto, seremos sede del Congreso Catequístico Regional».

El Cardenal Leonardo Sandri presidirá la Santa Misa
El Cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, presidirá la Santa Misa de precepto en honor a Nuestra Señora de la Asunción, patrona de la diócesis de Avellaneda- Lanús, el 15 de agosto a las 16 hs.
Nacido en Buenos Aires, ciudad en la que se ordenó sacerdote en 1967, Sandri continúo con su labor religiosa en Roma, donde se abocó a la carrera diplomática y fue ordenado Obispo en 1997.

En el año 2000, el Papa Juan Pablo II lo nombró Sustituto para los Asuntos Generales y desde esa función participó en la preparación de los viajes apostólicos en diferentes naciones del mundo, acompañando a los Pontífices durante su desarrollo.

Como dato histórico de relevancia, cabe destacar que el propio Sandri fue el encargado de anunciarle al mundo el fallecimiento del Papa Juan Pablo II.

Al referirse a su persona, Monseñor Frassia sostuvo que el Cardenal Sandri «es un hombre que ha trabajado mucho en diversos ámbitos importantes de la Iglesia, es una persona muy clara y brillante, y a la vez muy simple y accesible».

«Que venga para nuestro aniversario es un alegría como Diócesis y estoy muy contento como Obispo que él presida la Santa Misa de este 15 de agosto», resaltó.

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