Anorexia y Bulimia, una problemática bio – psico – social

Escribe la Lic. Andrea Fabiana Varela Seivane.

La anorexia desde lo biológico es un desorden en la alimentación, y desde lo psíquico se caracteriza por el miedo intenso a ganar peso y por una imagen distorsionada del propio cuerpo. Entre las consecuencias físicas más habituales, conduce a un grave adelgazamiento debido a una dieta exagerada y a un exceso de ejercicio, produce alteraciones en los ciclos hormonales, como consecuencia de la depresión inmunológica lleva al aumento del riesgo de infecciones, y en general no se asocia con ninguna otra enfermedad orgánica previa. Estos pacientes también padecen a menudo bulimia, que consiste en ingerir enormes cantidades de alimentos y después provocar el vómito para permanecer delgados, los vómitos repetidos alteran el equilibrio hidroelectrolítico que puede afectar al funcionamiento cardíaco y a veces la enfermedad acaba produciendo alteraciones metabólicas y hormonales que agravan el proceso puramente psíquico.

La bulimia también es un desorden alimenticio que se caracteriza por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico, y por episodios repetidos de ingesta excesiva seguidos de provocación del vómito, uso de laxantes, dietas exageradas y a veces abuso del ejercicio para controlar el peso.

Así como el comportamiento anoréxico se observa en los pacientes bulímicos, también a veces el comportamiento bulímico se observa en pacientes anoréxicos o en personas que llevan a cabo dietas exageradas, pero la bulimia por sí misma no produce pérdidas importantes de peso. Lo que sí produce a veces, debido a los vómitos provocados, son problemas gastrointestinales graves, así como lesiones en los dientes debido a la acidez de los vómitos.

La aparición de estas enfermedades relacionadas con la alimentación se dan especialmente en la adolescencia, debido a que es una etapa del crecimiento en la que el cuerpo se está desarrollando y cambiando abruptamente y la imagen mental que tenemos del propio cuerpo es más lenta que su evolución biológica.

Si bien desde lo social anorexia y bulimia parecerían responder a la presión social que valora la delgadez como atractivo físico, es necesario no perder de vista que también existen dificultades para asumir un cuerpo sexuado.

Al momento de pensar en donde se ubica la responsabilidad por un adolescente enfermo, en general ponemos el acento en el exterior, sobre la publicidad y los medios, que muestran modelos perfectos del hombre y la mujer, delgados y bellos, y también pensamos en algo más preciso y cercano, en el interior, la misma familia, pero lo cierto es que ambos núcleos, publicidad y familia, sustentan, por así decirlo, la evolución que realiza la enfermedad en un adolescente en plena formación física y psíquica, y son a la vez quienes poseen las herramientas para ir erradicando la enfermedad de quienes la padecen y de la sociedad toda.

Poder aceptar que estas enfermedades se originan en el seno mismo de la familia, y que pueden actuar como síntoma de conflictos internos, personales y de tensiones en las interrelaciones padres-hijos-hermanos, que tiene como síntoma a uno de sus miembros padeciendo bulimia o anorexia, ya es un gran paso a la hora de saber que hacer cuando una situación de este tipo irrumpe en la familia.

Esta problemática bio-psico-social adquiere una significación muy importante cuando coloca en estado de alerta a los adultos en general y a los padres en especial acerca de los adolescentes inmersos dentro de los pseudo-modelos y valores vigentes en nuestra cultura de hoy. Muchas veces adultos y padres actúan ciegamente o simulan estar ciegos ante situaciones dolorosas de este tipo, aun más cuando se trata de padres con respecto a una hija o un hijo, y en general este actuar los lleva a una no-aceptación de su padecer, de su sufrimiento, y de este modo comienzan a negarse a sí mismos lo que realmente sucede. En consecuencia, si la familia pudiera prestar atención y detectar estas situaciones, es muy probable que puedan asumir la situación, sentirse parte de ella y actuar en consecuencia.

Comprender que el ser humano es cerebro, psiquismo, mente y resultado de factores sociales en una dialéctica permanente, aproxima a que el lector pueda dar cuenta de que el hombre sin su cerebro no es hombre, como sin su psiquismo ni sin su mente no puede ir siendo, ni dar cuenta de quien es.

Licenciada en Psicología
Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
Consultas al 4205-0549 155-143-6241

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