Alumnos secundarios protestaron en el Ministerio de Educación porteño pero no fueron recibidos
Estudiantes de colegios secundarios porteños marcharon ayer a la sede del Ministerio de Educación de la ciudad para reclamar mejoras edilicias y dialogar con el titular de esa cartera, Esteban Bullrich, quien no los atendió.
Los estudiantes, que la semana pasada mantenían tomados 30 colegios sin dictado de clases, cambiaron su estrategia de acción y resolvieron efectuar movilizaciones y cortes de calles hasta que “el gobierno porteño nos atienda ya que el plan de obras que nos presentó es insuficiente”, dijo a Télam Tomás del colegio Fader, del barrio de Caballito.
En este marco los estudiantes interrumpieron el tránsito entre las 13 y las 15 sobre la avenida Rivadavia a la altura de las calles Acoyte, Gascón y Jujuy y en la intersección de Juan B. Justo y Santa Fe.
Luego marcharon al Ministerio de Educación de la Nación, desde donde salieron a la sede de la cartera porteña, situada en Paseo Colón y Belgrano.
“Hay estudiantes que representan a unos 15 colegios y vamos a dialogar con Bullrich porque el plan de obras que nos presentaron es insuficiente” aseguró Tomas Lerner, delegado del colegio Mariano Acosta.
Los jóvenes, agrupados en torno a la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (CUES), no fueron atendidos por el ministro Bullrich, quien adelantó que no consideraba productivo reunirse en forma grupal con todos los estudiantes.
Un vallado que cubría el ingreso al Ministerio de Educación con la custodia de efectivos de la policia Metropolitana fue lo que encontraron las columnas de estudiantes que empezaron a llegar a las 17.30 a la sede de esa cartera.
Los estudiantes comenzaron a empujar el vallado y a arrojar huevos frente al edificio y luego decideron realizar una sentada sobre la avenida Paseo Colón en donde llevaron a cabo una asamblea.
Bullrich defendió la posición de trabajar con las comunidades educativas de cada colegio tomado, estrategia que, según el ministro, “está dando resultados”.
En forma paralela, los legisladores macristas y los de la oposición ultimaban ayer detalles para conformar una comisión de seguimiento para el cumplimiento del plan de las obras de infraestructura que anunció Bullrich para las escuelas.
Fuentes legislativas aseguraron que la comisión de seguimiento podría entrar en funciones el martes próximo y que estaría integrada por todos los diputados de la comisión de educación, mientras que los padres y estudiantes podrían ser requeridos para complementar los informes.
“La idea es que tengamos un seguimiento mes a mes de todas las obras prometidas y que cada vez que solicitemos informes o la presencia de funcionarios del ejecutivo sea aceptada con celeridad”, dijo a Télam la diputada Laura García Tuñón.
“Existe una desconfianza muy grande de los estudiantes sobre el plan de obras presentado por lo que el propósito de la comisión de seguimiento es, no sólo que se realicen los trabajos, sino escuchar los reclamos de otras obras que reclaman padres y alumnos y verificarlos en la misma escuela”, dijo García Tuñón.
La diputada aseguró que esa comisión “también verificará que el dinero destinado para las obras se utilice realmente en ellas, para lo cual el ejecutivo cuenta con los 130 millones de pesos votados en presupuesto, los fondos de la lamada “Ley Catalinas” y otros 140 millones de AUSA que serán destinados a esos arreglos”.
Los Normales 3 y 11, el colegio Mariano Moreno y los comerciales 4 y 25 continuaban tomados esta tarde, mientras el ministerio de Educación aún no había definido el cronograma de extensión del ciclo lectivo, anunciado para aquellos colegios que resutaron afectados por la pérdida de días de clases.
El conflicto que enfrenta a los estudiantes secundarios con el gobierno porteño comenzó el 12 de agosto cuando fue tomado e colegio Manuel Belgrano en reclamo de obras.
Luego se sumaron más escuelas hasta llegar a 30 la semana pasada, aunque posteriormente los jóvenes decidieron cambiar su estrategia debido, entre otros motivos, al desgaste producido en las tomas y a la cantidad de días perdidos de clases