Los alumnos de la Escuela de Educación Secundaria Técnica “Ing. y Dr. Ángel Gallardo” continúan trabajado en la aplicación práctica de sus conocimientos, sin olvidar el espíritu solidario que caracteriza a la institución.

Días atrás, en La Ciudad, se reflejaba una novedosa iniciativa de los alumnos de sexto año que consistía en la construcción de puentes satinizantes para poder cumplir con los protocolos de bioseguridad, mientras trabajaban en un dispenser de alcohol en gel para que todo esté listo en caso que se determine la vuelta a las aulas.

Esos dispenser ya son una realidad y no solo estarán funcionando en el histórico edificio de Lavalle 43, sino que además serán donados a escuelas primarias y empresas ubicadas en los alrededores del “Ángel Gallardo”.

Según explicó el director del establecimiento educativo, Juan Bianchi, la idea es donar estas estructuras a diversas escuelas primarias, entre ellas la 1, 7, 13, 24, 25 y 46, no solo porque son las más cercanas, sino porque muchos de sus egresados eligen al “Ángel Gallardo” para continuar sus estudios secundarios.

“Me gustaría también a algún jardín, pero por el momento tenemos materiales para hacer estos”, remarcó Bianchi.

Por otra parte, otro de los dispenses estará destinado a la Escuela Técnica Nº 6 “Fernando Fader” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la cual el “Ángel Gallado” trabajó en el proyecto del auto eléctrico.

En tanto, para hacer un aporte a la lucha contra el Covid-19, pero al mismo tiempo estar en contacto con el sector productivo de la ciudad, también se donarán dispenser a Electricidad Alsina, Insur, Alambres Rumbos y a Micromecánica.

Para construir los dispenser sanitizadores, los chicos usaron todo material que ya estaba en la escuela y que pudieron reciclar para adaptarlo y solamente se debió adquirir “un frasco para el llenado del alcohol”, explicaron.

El modelo de este dispenser es muy simple y funciona a la perfección. Se trata de un sistema de palanca, con pedal, que permite no solo una correcta esterilización, sino que además evita que cada usuario tenga que accionarlo con sus manos, lo que lo volvería inseguro a nivel sanitario. Al ser accionado con un pie, cada persona evita “tocar” donde lo hizo otra, por lo que la higienización no deja lugar a dudas.

A muchos dispenser de este estilo se los completa con un armazón que los convierte en una especie de totem. Sin embargo, los chicos del “Ángel Gallardo” decidieron dejar el mecanismo al descubierto, no solo por una cuestión de costos, sino también para que grades y chicos que lo utilicen puedan conocer el trabajo realizado.

“La idea fue dejarlo libre y que se pueda ver, para que sepan cómo trabaja”, explicó Juan Bianchi, quien luego remarcó que “muchos lo esconden, le dan una apariencia a nivel más industrial o comercial para poder venderlo, pero cuando ves lo simple que es, la verdad que uno se asombra”.

Donación al Hospital de Wilde
El compromiso de la escuela con las distintas instituciones de la ciudad siempre está vigente. Por lo general, por cercanía, muchas con las acciones a favor del Hospital Pedro Fiorito, aunque esta vez surgió la posibilidad de hacer entrega de diversos elementos al Hospital de Wilde.

En un trabajo mancomunad con los centros de formación profesional de Avellaneda y la Fundación Loma Negra, días atrás se hizo entrega al nosocomio de Wilde de 19 barbijos, 42 cubrecamillas y 26 camisolines.

“Los insumos entregados fueron confeccionados por las instituciones, con insumos donados por la Fundación en el marco del proyecto ‘Oficios con solidaridad – Covid 19’ para emplearse en el contexto actual de pandemia”, expresaron los responsables de la iniciativa, que en el Gallardo tuvo como protagonista al profesor Claudio Rojas ya sus alumnos.