En los últimos años la alimentación vegetariana y vegana han crecido, en algunas situaciones por cuestiones éticas o religiosas y en otras por razones de salud.

La evidencia científica ha demostrado que este tipo de alimentación adecuadamente planificada y con asesoramiento médico especialista en nutrición o licenciado en nutrición, se asocia con menor riesgo de obesidad y enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y problemas de colesterol, como así también previene determinados tipos de cáncer.

La alimentación vegetariana cuenta con el aval de numerosas sociedades científicas, internacionales como de nuestro país. No se encuentra aun completamente claro si los beneficios sobre los  lípidos, la presión, la glucemia se deben a la ausencia de carne (de todo tipo), al aumento del consumo de un alimento en particular, al aumento de la ingesta de legumbres y verduras o al patrón de alimentos que se consumen con la alimentación vegetariana.

¿Qué nutrientes son críticos con este tipo de alimentación?La vitamina B12, calcio, vitamina D, ácidos grasos omega 3, hierro, zinc y en menor medida las proteínas como el iodo.

Muchas veces utilizar suplementos vitamínicos es una manera de prevenir y evitar una deficiencia, sobre todo en grupos de riesgo como embarazadas o adolescentes; aunque una alimentación vegetariana bien planificada y con asesoramiento profesional puede satisfacer las recomendaciones de la mayoría de estos nutrientes.

Ante este tipo de alimentación siempre hay que estar atento a la posibilidad de trastornos de la conducta alimentaria.Es importante la planificación y el control profesional para prevenir carencias como anemia por falta de hierro, problemas neurológicos por falta de Vitamina B12 u osteoporosis por falta de calcio.