Buscando mejorar su calidad de vida y su estado físico, el único candidato a presidente oficializado, por ahora, Ricardo Alfonsín, se sometió a un tratamiento para dejar su adicción al cigarrillo y lo logró: dejó de fumar.

Luego de pasar varios días internado en el Centro Adventista de la Vida Sana de Libertador San Martín, en Entre Ríos, ayer por la tarde el candidato del radicalismo dejó la clínica y se reunió con sus más estrechos colaboradores para realizar una puesta a punto de su agenda electoral.

El mismo día que dejó la clínica de los adventistas de Puiggari, por la noche se reunió con el titular del comité bonaerense del radicalismo, Miguel Bazze, y con el presidente del bloque de diputados, Ricardo Gil Lavedra, entre otros.

El tema excluyente del conclave con sus consejeros políticos de mayor confianza fue la estrategia a seguir para enfrentar la campaña electoral de cara a las elecciones generales del próximo 23 de octubre.

Su vuelta a la actividad política lo tendrá a Alfonsín encabezando hoy una reunión con sus equipos técnicos para coordinar las futuras acciones, que incluyen profundizar las conversaciones con todas las fuerzas, incluido el sector del peronismo disidente de la provincia de Buenos Aires.