“Hice todo lo que creía que tenía que hacer. Hice todos los sacrificios. Seguramente pude haberme equivocado pero vamos a corregir los errores”, sostuvo Alfonsín al hacer un balance sobre su performance electoral en las primarias del 14 de agosto pasado, en las que obtuvo poco más del 12 por ciento de los votos.

En ese sentido, aseguró que “estoy dispuesto a asumir los costos políticos y a pagar las consecuencias”, al tiempo que afirmó que el desafío de cara a las generales de octubre será “corregir errores” y “comunicar mejor las propuestas”.

Al cerrar el Plenario del Comité Federal que se desarrolló esta mañana en la sede del Comité Nacional y en el que se ratificó el apoyo del partido a su candidatura, Alfonsín admitió que la UCR “atravesó una crisis de la que todavía no pudo salir del todo”.

Alfonsín habló tras el plenario, desarrollado a puertas cerradas, que reunió a la conducción del Comité Nacional y a los presidentes de distritos de todo el país, en el que se realizó una autocrítica sobre los errores de la campaña de cara a las Primarias y se analizaron estrategias de cara al 23 de octubre.

Flanqueado por su compañero de fórmula, Javier González Fraga; el titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz; y los jefes parlamentarios, en el Senado Gerardo Morales, y en Diputados, Ricardo Gil Lavedra, el candidato presidencial volvió defender el acuerdo que selló con el peronista disidente Francisco De Narváez y advirtió que él no es “de los que dejan de hacer cosas por no pagar costos políticos”.

Por otra parte, Alfonsín admitió que “nos sorprendió” la poca diferencia que obtuvo respecto al candidato Frente Popular, Eduardo Duhalde, y reflexionó que “indudablemente no hay una sola respuesta para explicar”, la contundente victoria de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En ese sentido, sostuvo que en la sociedad “está muy fresca la crisis de 2001” y que la “reciente crisis” internacional “también generó incertidumbre y temor”, aunque reconoció que “la sociedad encuentra que estamos mejor que en 2001. Es cierto que se recuperaron políticas sociales que habían abandonado los mismos que ahora están en el gobierno”.

El candidato presidencial de UDESO se quejó además de los análisis periodísticos en los que, dijo, “salir segundo pareciera ser para algunos menos importante que salir cuarto o quinto”.

Por último, el diputado nacional arengó: “Nadie puede renunciar a la pelea, vamos a seguir trabajando para ganar y si no ganamos para ser la principal fuerza de la oposición. No aflojemos, sigamos afirmando nuestras convicciones”.

Antes, Sanz dio lectura al documento, consensuado durante la reunión por todos los presidentes de distrito, en el que se ratificó el apoyo del partido a la candidatura de Alfonsín y se insistió en la importancia que tiene de cara al 23 de octubre mantener el “equilibrio de poder” en el Parlamento.

El texto subraya la “significativa” contribución de la UCR en “afianzar los valores de la democracia” y el carácter “nacional” del partido.

En ese sentido, y en lo que pareció una alusión al Frente Amplio Progresista (FAP), que lleva como candidato presidencial a Hermes Binner, los jefes distritales de todo el país resaltaron que “lejos de ser una fuerza política circunstancial de moda o con peso en algún distrito y nada más”, la UCR es “un partido político nacional, en el sentido de que posee presencia territorial en cada rincón del país”.

En ese marco y tras las versiones periodísticas de los últimos días que indicaban que algunos candidatos a gobernadores analizaban “provincializar” sus respectivas campañas en un intento por despegarse de una eventual derrota de Alfonsín en los comicios de octubre, el Comité Federal dio un fuerte respaldo la postulación del hijo del ex presidente.

“La formula integrada por Ricardo Alfonsin y Javier González Fraga es por lo tanto mucho más que una propuesta electoral.

Constituye la expresión sintética de ideas y valores permanentes que no son fruto del oportunismo, sino derivación de principios que definen una identidad política con profunda inserción en el pueblo argentino”, sostiene el documento.

Sin embargo, los presidentes de distrito se pusieron en línea con lo planteado por Sanz, Morales y Gil Lavedra, la semana pasada, en el sentido de que la estrategia electoral de la UCR hará eje en la elección de legisladores para sostener el “equilibrio de poder” en el Congreso y en mantener la presencia territorial del partido.

En ese sentido, el órgano partidario manifestó su preocupación por “el equilibrio institucional”, al tiempo que afirma que la “función del Congreso va más allá de la actividad legislativa: el control democrático asegura la libertad”.