Al menos 50 muertos deja un atentado en Libia

 Medio centenar de personas murieron y varias decenas más resultaron heridas al explotar un coche-bomba frente a una base militar en la localidad libia de Zlitan, utilizada como centro de entrenamiento policial.

El vehículo, según las primeras informaciones conducido por un suicida, se estrelló contra la puerta de la base, utilizada como centro de entrenamiento por la Guardia Costera, que lucha contra la inmigración irregular.

No existe hasta el momento una cifra oficial de víctimas, pero medios de prensa locales informaron que hasta la morgue del hospital de la ciudad, situado a unos 175 kilómetros al este de Trípoli, llegaron ya “unos cincuenta cadáveres”, tanto de policías como de civiles.

Alrededor de 400 personas, la mayoría policías, estaban reunidos cuando el automóvil explotó, informó el alcalde de la ciudad Moftah Ahmadi.

“Se pudo escuchar la explosión desde la ciudad de Misrata que está a 45 kilómetros al este de Zlitan”, agregó la fuente, citada por la agencia de noticias EFE, que elevó a más de 150 el número de heridos.

El enviado especial de la ONU para Libia, Martin Kobler, condenó el atentado en un texto difundido a través de la red social Twitter, en el que el diplomático germano volvió a instar a los libios a aparcar sus diferencias políticas y militares, y a unirse para hacer frente al creciente auge de los fanáticos del grupo Estado Islámico (EI).

El atentado, hasta ahora no reivindicado por ninguna organización, se produce en medio de una ofensiva lanzada desde comienzos de esta semana por los grupos yihadistas libios afines a la organización islamista radical Estado Islámico (EI) que buscan tomar el control de los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sidra, los más importantes del país.

Este intento de asalto, repelido por la Seguridad privada que protege las terminales, causó ya la muerte a más de una decena de combatientes de ambas partes y dejó al descubierto la falta de coordinación entre las fuerzas libias.

Los yihadistas, asentados en Sirte, capital del EI en la costa del Mediterráneo, conquistaron al inicio de la ofensiva la ciudad vecina de Ben Jawad, donde instalaron el centro de mando.

El intento de asalto supone una intensificación de la ofensiva de los yihadistas en Libia, que en 2015 aprovecharon el conflicto político y militar entre los gobiernos rivales de Trípoli y Tobruk para asentar su posición y ampliar su territorio.

En los últimos doce meses, los radicales se establecieron en la localidad de Derna, fronteriza con Egipto, penetraron en barrios de la ciudad de Bengasi, la segunda en importancia del país, y conquistaron la mayor parte de Sirte, urbe costera situada a unos 450 kilómetros de Trípoli.

Además, pusieron cerco a las principales instalaciones petroleras del país e ingresaron en la ciudad de Sabratha, a medio camino entre la capital y la frontera con Túnez.

En medio, la ONU, que emitió hoy un comunicado de condena del atentado en Zlitan, fomenta la creación de un gobierno de unidad nacional que acabe con el vacío de poder y aúne fuerzas contra los yihadistas, que hasta la fecha no ha logrado el acuerdo de Trípoli y Tobruk.

Libia está considerado un estado fallido, víctima de la guerra civil y el caos, desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara militarmente el alzamiento rebelde contra el gobierno de Muammar Kaddafi, asesinado por una turba furiosa el 20 de febrero de 2011.

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