Máximo nos cuenta: “Nuestro trabajo repercute en el ambiente porque nosotros hacemos la limpieza, juntamos todos los residuos y también plantamos arboles”, y sostiene: “Yo veo en un futuro, peces en el río, botes de paseo, gente disfrutando, arboleda, bancos para tomar mate, eso veo”.

Todos los meses se publicará una nueva entrega con relatos en primera persona y de la mano de quienes mediante sus oficios, construyen y transforman diariamente la Cuenca Matanza Riachuelo.

En los siguientes episodios se contará con los testimonios de quienes navegan en el Riachuelo para unir las orillas, de como recuperaron una empresa como sostén de vida, también de su recorrido por los barrios para tener un diagnóstico de las enfermedades ambientales o su trabajo como docente para promover el principio de la conciencia ambiental.

ACUMAR trabaja diariamente en el saneamiento del territorio y entiende que aquella tarea también se vincula con darle valor a todas las acciones de quienes aportan a esta construcción para una mejor calidad ambiental. Estas personas dan testimonio de labores que hacen al desarrollo local sostenible, que generan empleo verde y que mejoran la calidad de vida de las personas que habitan la Cuenca Matanza Riachuelo.