Acerca de algunas expresiones populares de origen futbolero

Escribre Luis Alposta.

Es sabido que el lunfardo se nutre, también, con vocablos procedentes de distintas jergas. Y entre las jergas importantes, en razón de su popularidad, se encuentra la del fútbol. Su vocabulario específico ha suministrado algunas voces y expresiones que han pasado al uso común, generalmente con sentido figurado.

Es así como el hincha o el simpatizante, gusta de trasladar la terminología de la tribuna al ámbito de lo cotidiano. Tiende rápidamente un cordón umbilical entre dos realidades. Y es entonces cuando con una economía de lenguaje asombrosa, nos dice:
No me dan pelota, queriendo decir que no le hacen caso, que no le llevan el apunte. Parar la pelota, refiriéndose al hecho de frenar un impulso y recapacitar. Colgar los botines, con el sentido de retirarse o jubilarse de una actividad cualquiera. Estar o quedar en orsai, por estar desubicado, en situación difícil, en falta. Tirarse de palo a palo: ir al fondo de la cuestión; jugarse entero. Jugar el descuento, queriendo decir que le quedan los últimos recursos, que debe resolverse rápido. A esta altura del partido: a cierta edad de la vida; con cierto grado de experiencia. Marcar de cerca: vigilar a alguien, controlarlo. Sudar la camiseta: trabajar en exceso; hacer grandes esfuerzos para obtener algo. Irse al descenso: perder posiciones, terreno, chance. Pegar en el palo: salvarse de chiripa. Tal vez la más gráfica es la que me dijo un paciente después de haberse recuperado de un infarto: no me engañe doctor. Esta vez sí que de pedo la saqué al corner.

noticias relacionadas