Abrió el Paseo de las Esculturas del Museo Nacional de Bellas Artes

Se trata de un corredor de 2.000 metros cuadrados en el que hay obras de Julio Le Parc, Antoine Bourdelle, Noemí Gerstein y Alberto Lagos, entre otros.

El Museo Nacional de Bellas Artes abrió el Paseo de las Esculturas, con la colocación de cinco obras al aire libre, que se suman a las seis ya emplazadas en la Plaza Rubén Darío, y que atraviesa los dos cuerpos del emblemático espacio.

El Paseo se encuentra en el corredor de 2.000 metros cuadrados que conecta el edificio principal, sobre Avenida del Libertador, con el Pabellón de exposiciones temporarias y la sede de Amigos del Bellas Artes, en la Avenida Figueroa Alcorta.

El proyecto comenzó a gestarse en 2021 y ya para el año siguiente tomó forma con la donación por parte de la Asociación Amigos de Marejada, de la artista Noemí Gerstein. Para esta etapa final de apertura, se llevó adelante por la colaboración del MNBA, el Gobierno de la Ciudad y la asociación.

El Paseo de las Esculturas no solo representa una ampliación del Museo hacia el espacio público, sino también una recuperación significativa de un área que había perdido su propósito original.

“Este lugar se encontraba degradado, se usaba de estacionamiento y tenía construcciones precarias adosadas al magnífico Pabellón ideado en 1960 por los arquitectos César Janello, Rubén Fraile Jorge Gómez Alais. Ahora, en una asociación virtuosa entre Nación, Ciudad, la Asociación de Amigos y el propio Museo, lo hemos vuelto a su estado original como parque público”, dijo Andrés Duprat, director del MNBA.

“Además de disfrutar del paseo y de las obras de arte allí expuestas –contó Duprat–, los visitantes podrán participar de actividades al aire libre como conciertos, performances, visitas guiadas y demás acciones culturales programadas para los diferentes públicos”.

De la colección del Bellas Artes, el Paseo de las Esculturas exhibe las piezas Marejada (1970), de Noemí GersteinEl deseo (1955), de Líbero Badii; y Juegos del viento (2014), de Vechy Logioio, donada recientemente por la propia artista. Además, del patrimonio municipal pueden verse las esculturas Heracles (1909), del francés Antoine Bourdelle, y El Inmigrante (1936), de Alberto Lagos.

Estas obras se integran así al entorno urbano y se incorporan a la trama de esculturas emplazadas en la Plaza Rubén Darío, circundante a los edificios del Museo y de Amigos, que reúne piezas como Hierroform, de María Juana Heras VelascoClamor de la fraternidad, de Luis Arata; y Serena, de Silvio Giangrande –de la colección del Bellas Artes–; junto con Hacia la luz, de Julio Le Parc; El centauro herido, de Bourdelle; y Desarrollo espacial, de Enio Iommi, entre otras.

El Paseo de las Esculturas del Museo Nacional de Bellas Artes está abierto al público de lunes a domingo de 9 a 19.

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