A la enfermedad se entra solo pero se sale acompañado

Informe del Psicólogo Social, Lic. Juan Carlos Centeno, integrante del Centro de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo – Avellaneda.

En la actualidad se ha ampliado el campo de las adicciones, ante reconocimiento como una patología, enfermedad, similar a la del consumo de sustancias químicas, pero lo curioso, en estos casos, es que no existe un sustancia pisicoactiva y por ello se las denominan como adicciones no convencionales , por ejemplo la ludopatía, (ludo= juego patía = enfermedad). Estas pueden desarrollar con mayor facilidad una conducta adictiva a ciertos instrumentos o aparatos electrónicos, como las maquinas del bingo, tragamonedas etc.

Las sensaciones que manifiestan es la “búsqueda de adrenalina”, esto desencadena emociones, reacciones y comportamientos de descontrol, lo cual induce a estas personas, la recurrencia a los lugares que le produjo ese especie de vértigo, sin darse cuenta que esta fuera de su propio control. Es como entrar a una “maquina del tiempo” en la cual el jugador queda como atrapado por esa “maquina”, perdiendo, en un supuesto interés de ganar dinero, sus vínculos, relaciones, sus propio deseo de obtener aquello que su fantasía cree que va a encontrar, el sentido de plenitud y solo le genera al final de la jornada, frustración, angustia. Para aplacar ese malestar, lo único que los motiva es volver a la “maquina del tiempo”.

Para ello debe obtener dinero, y casi cualquier método es valido, pedir prestado, sacar créditos, vender objetos propios y/ o ajenos, desviar dinero de responsabilidades a pagar, luz, gas, alquiler, alianzas , etc.

Cuando llaman a consulta familiares de los que padecen este tipo de problemática, solicitando ayuda o turnos, comienzan a relatar sus historias de sufrimiento individual y familiar. Nuestro trabajo es escuchar, no sólo para brindar la orientación y contención, sino también para poder pensar un trabajo en conjunto. Teniendo en cuenta a los que padeciendo la enfermedad, se niegan a recocer y se resisten a cualquier tipo de tratamiento, para estos y para los que piden ayuda, estamos para brindar nuestra experiencia en el campo de este tipo de problemática.

Para enfrentar esta patología se brindan dispositivos con los cuales trabajar: Entrevistas individuales, evaluación psiquiátrica.

Uno de los dispositivos es: el grupo de parejas, en el cual se atiende a las necesidades de las parejas novias /os, esposas / os, de los que ya han comenzado un tratamiento y también se les brinda ayuda y atiende a las que están padeciendo la situación de resistencia más arriba detallada, con quien se establece un dialogo con la finalidad de que el / la afectada/o directa concurra al programa. Lo enriquecedor del grupo es que se trabaja en función del sostenimiento y contención de quien concurre al mismo y por poder transitivo, acompañamiento y orientación al afectado directo.

Se busca la comprensión de la enfermedad, actitudes, planteos y actos, que parecerían, desde una visión no entrenada, incomprensibles, inadmisibles por lo recurrente y hasta vergonzosas, las cuales sólo se podrán rectificar a esta conducta disociada por la enfermedad, conociendo qué factores la producen.

Nuestro trabajo con los concurrentes, pacientes o familiares, es escuchar sus experiencias, expectativas, sus angustias, miedos, desorientación etc. que son el vehículo del trabajo que juntos llevaremos a cabo, siempre en función de la recuperación del afectado directo y la contención de los allegados: Parejas, novios/ as esposos /as

Nuestra experiencia nos dice que, quien convive con alguien que está transitando una situación de estas características son afectados, ya que si bien no juegan, sí la padecen y pasan a convertirse en afectados indirectos del juego compulsivo.

A estas personas está dirigido el dispositivo, para trabajar sobre si y para si, en función de la revinculacion con el afectado directo, reestructurando su espacio en la pareja, valorizando su rol, elevando su autoestima, ya que fue quien tuvo que sostener la relación, y este sostén tiene su costo afectivo /emocional.
También un costo a veces físico, desde maltrato, enfermedades, hasta accidentes. Es muy complejo sostener una relación de esta característica y condiciones.

El dispositivo consiste en, contener / sostener/ acompañar/ entender/ comprender /descifra esta problemática. Siempre con el acompañamiento de profesionales que llevamos años trabajando esta temática.

Si bien es una decisión que parece difícil y lo es, no hay otra manera de salir cuando se ha entrado en la vorágine del juego, que se lleva, dinero, objetos y lo más importante, las personas cercanas y con ellas a los mejores afectos.

Para revertir estas perdidas, tanto de tiempo como de espacios compartidos, porque el jugador se aísla, se separa de su núcleo, es que debemos entre los familiares y nosotros, restituirlo al seno familiar y/ o laboral /estudiantil, del cual fue alejado.

Es muy importante la decisión de la familia para que esto ocurra, es fundamental la participación, de los familiares, amigos entre todos lo podemos lograr.

A la enfermedad se entra solo pero se sale acompañado.

Juan Carlos Centeno
Psicólogo Social

Centro de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo
Av. Mitre 2071, Avellaneda. Teléfono: 4265-0080.

noticias relacionadas