En las inmediaciones de la Avenida Debenedetti y la calle Juan Pablo Angulo, en pleno barrio de Dock Sud, desde las veredas ya se puede apreciar unos correctos acordes acompañados de dulces y entonadas voces. Ese es el resultado que la banda de pop-rock “Puerto Místico” está puliendo a pleno sus temas y logran varias melodías que los oídos agradecen y piden bis, sin dudarlo.

Ya dentro de la vivienda, y luego de recorrer un largo camino con dirección al fondo de la misma, se encuentra la amplia y ordenada sala de ensayo donde cinco jóvenes y vecinos del “Docke” hacen que sus sueños sean cada vez más realidad. Ellos son: Fabricio Bogdan (voz, guitarra y teclado), Federico Bogdan (voz y guitarra), Hérnan Bartucci (coros, guitarra), Franco Bogdan (bajo) y Mariano Colavolpe (batería).

 
La historia comenzó a escribirse en 2012, cuando se denominaban “The Monitores” y el grupo era compuesto por Fabricio, Fede (son hermanos), Mariano y Rama. “Luego, cuando este último y un tecladista que teníamos partieron al exterior, llegó Franco y, además, fue cuando ‘succionamos’ a Hernán, principalmente para que nos produzca musicalmente y de a poco se fue metiendo de lleno en la banda y hoy es un miembro fundamental. Ya con el quinteto a pleno, en 2014 nació ‘Puerto Místico’”, cuenta Fabricio (23), acompañando cada palabra con algún gesto corporal. Y, entre risas, recuerda: “Además el cambió de nombre fue porque había una banda en Santiago del Estero que se llamaban “Tus Monitores” y nos intimó con una carta documento para que revisemos la situación”.

 
-¿Por qué el nombre actual?
-“Por nuestro barrio, el Docke, ya que acá tenemos el puerto, camiones, y todo referido al tema. Simplemente por eso, hace referencia al lugar que nos vio nacer”, afirma uno de los vocalistas de la banda.
Y en estos dos años, y especialmente desde la llegada de Hernán (28), “Puerto…” creció a pasos agigantados. “Herni nos ayuda mucho en todo sentido. Varios temas que ya teníamos, él lo restauró y mejoró. Y actualmente, todo laburo que hagamos, primero pasa por sus manos antes de salir a escena”, cuenta Fede (20), quien además es autor de varias letras de los temas del grupo.
Mientras que el señalado productor, un tanto tímido entre tanto halagos, no duda en agregar: “Es muy lindo que los chicos hablen así y confíen en mi. La verdad que me conmueve sus actitudes. Nos entendemos bárbaro y por eso tratamos de hacer un trabajo prolijo, correcto y muy profesional. Acá venimos a ensayar como mínimo cuatro veces por semana y siempre buscamos superarnos en lo que hacemos, que básicamente es lo que nos gusta”.
Durante este año, la banda se metió a full en su primer EP: “Sol es lo que hay”, quien salió a la luz el 9 de septiembre, y en el cual se aprecian seis temas y uno de ellos (quien le dio el título al disco) hasta ya posee su video clip (se puede observar en You Tube). “Estamos felices y orgullosos del resultado obtenido. Fue un laburo muy prolijo y la verdad que tuvo muy buena recepción en las personas que lo escucharon y nuestro objetivo es que lo pueda hacer todo el mundo y que disfruten como nosotros de la música que hacemos”, relata el bajista Franco (21).

 
Por su parte, la gran presentación de “Sol es lo que hay” será mañana desde las 21.30 horas en “Galpón B”, ubicado en Cochabamba 2536 (CABA). “Haremos un lindo show, donde presentaremos los temas del EP, más otros que teníamos de antes y lo reciclaremos para la gran ocasión. Estamos analizando todo muy minuciosamente para que el público se lleve una gran impresión, ya sean los nuevos espectadores como los que ya nos vieron alguna vez, para que noten un cambio positivo”, comenta un entusiasmado Mariano (32), el eximio batero de la banda oriunda de Dock Sud.
Un bien de familia

El amor por la música de los cinco integrantes de “Puerto Místico” no es casualidad, ya que la heredaron de sus padres. Resulta que el padre de Fabricio y Federico Bogdan se destacaba como bajista en un grupo que componía junto a su hermano, quien era guitarrista. Y en esa banda, también participaba el papá de Hernán, quien se hacía cargo de la otra “viola” y, a su vez, el batero del grupo era nada menos que el padre de Franco. Increíble.
“Nosotros nacimos entre cuerdas, canciones y escuchando música desde bebés. Somos la segunda generación de músicos en la familia”, concuerdan todos los chicos, amantes de Los Beatles y muy orgullosos de su lugar en el mundo.