El «ENCA» cumple 75 años y sigue peleando por un espacio propio

Aún alquila el edificio que ocupa desde 1938.

La Escuela de Educación Media Nº 13 “Dalmacio Vélez Sarsfield”, más conocida como Escuela Nacional de Comercio de Avellaneda (ENCA) celebrará su 75º aniversario el 13 de octubre en su sede de Beruti 263, donde la actual comunidad educativa descubrirá un busto con la imagen de Vélez Sarsfield, el cual fue donado por la Secretaría de Cultura de Avellaneda.

Además, los festejos continuarán en el Teatro Roma, con el acto académico central y con un almuerzo en el Campo Hípico y de Pato “Barracas al Sud”, para que todos los ex alumnos y ex docentes puedan participar de la celebración.

75 años sin edificio propio
Este nuevo aniversario encuentra al ENCA en un momento especial, con problemas edilicios, falta de baños en condiciones y el desafío, desde lo educativo, de incorporar un año más a la enseñanza media.

“Este año nos encuentra en plena reorganización institucional porque hemos empezado a trabajar con una nueva modalidad dentro de la educación media”, explicó su director, Néstor Ruscio.

“Es una etapa de transición, donde hay muchos desafíos, como volver a tener una escuela inclusiva, donde cada uno de los alumnos se sienta respetado en sus derechos y asegurarles, desde el colegio, un acceso al conocimiento para formar ciudadanos responsables y que puedan continuar con los estudios superiores”, agregó el vicedirector, Oscar Matucheski.

Consultado sobre si esta ley los afecta desde lo edilicio, Matucheski resaltó que “en lo cotidiano, el tema infraestructura nos atraviesa siempre porque este no es un edificio propio, la provincia de Buenos Aires paga un alquiler”.

En ese sentido, la Cooperadora inició en 1994 los trámites necesarios para lograr en algún momento el edificio propio, pero la lucha por tener un lugar se hace larga y la espera interminable.

“Desde hace cinco años que ya está firmado el decreto para la compra del edificio, pero nunca es incorporado al presupuesto. Le hemos mandado cartas hasta a la Presidenta de la Nación para ver si podía hacer algo, pero no tuvimos respuesta”, aseguró “Cuki”, integrante de la cooperadora desde hace veinte años.

“Como la Provincia ya nos paga el alquiler, no recibimos ayuda, no nos llegan subsidios ni nada que sea para el edificio”, expresó María Angélica Godino, tesorera de la Cooperadora.

Con respecto al deseo de continuar en el actual edificio, pero comprado, Oscar Matucheski aseguró que “nuestra historia nació acá, la institución nació en este lugar y fue la primera escuela nacional de comercio de Avellaneda, hay una trayectoria y una tradición que nos identifica con la comunidad”.

“Los dueños, hasta hace un tiempo, estaban dispuestos a vender, consta en el expediente”, remarcó “Cuki”.

Además de la lucha por un edificio propio, las mamás de cooperadora están peleando también por tener baños dignos para los alumnos, ya que en la actualidad cuentan con letrinas e instalaciones deterioradas.

“Se han hecho varias gestiones, se obtuvieron respuestas pero nunca la decisión de iniciar las obras”, sostuvo el vicedirector, quien además destacó la predisposición que siempre tuvieron para con ellos la Municipalidad y el Consejo Escolar, aunque la obras no se pueden concretar cuando el trámite sigue su curso en niveles superiores.

Las dificultades económicas de la cooperadora producto de la falta de colaboración de los padres, también complica algunas cuestiones relacionadas con el mantenimiento del edificio. Hace poco tiempo, el municipio le donó al ENCA la pintura necesaria para pintar el establecimiento, pero la falta de mano de obra y la imposibilidad de contratarla hace que todo se vea demorado.

La cooperadora no tiene muchos ingresos, prácticamente no cuenta con recursos económicos y los “agujeros” para tapar superan la buena predisposición de sus integrantes.

“Siempre hay gente que se acerca a prestar colaboración, la verdad que no podemos quejarnos, pero lo que queremos es generar en los papás de nuestros alumnos otro tipo de compromiso. Si cada uno sumara algo, las cosas saldrían mucho mejor, más rápido y uno se sentiría más acompañado”, puntualizaron las autoridades del ENCA.
“La participación de los padres es nula, nosotras hace veinte años que estamos en cooperadora porque no hay nadie que se quiera sumar. Llamamos a asamblea y no viene nadie”, coincidieron “Cuki” y María Angélica.

“Esta falta de compromiso en los padres no es nueva y tiene su causa en la falta de pertenencia del propio alumno, la cual se transmite a su familia. Esta falta de pertenencia fue creada por el propio sistema”, aseguró Ruscio.

Sin embargo, Matucheski aseguró que “cuando se les da la oportunidad de participar, hay muy buena respuesta, de hecho tienen un centro de estudiantes y saben reclamar por sus derechos”.

Además, los distintos sectores de la comunidad también colaboran y le dan una mano al ENCA, como Racing Club que siempre les prestó un espacio en el estadio para Educación Física, y SUTEBA, que se acercó a la Municipalidad para gestionar un espacio cerrado en el club Argentino de Avellaneda para dichas actividades físicas.

Más allá de las dificultades, la cooperadora y la escuela han hecho muchos esfuerzos y logrado varios objetivos, como la sala de preceptores, aulas nuevas en el piso superior, sala de informática y actualizar la biblioteca.

“Con la colaboración de Petrobras pudimos hacer los patios, poner granito al piso de las aulas que eran de madera. Son pequeñas grandes cosas para una cooperadora”, afirmaron las autoridades del ENCA.

Finalmente, tanto Ruscio como Matucheski remarcaron el apoyo de los inspectores, del Consejo Escolar y de la Municipalidad, quienes siempre tienen la mejor predisposición con el ENCA.

“Además, quiero expresar mi agradecimiento a las mamás de cooperadora y a su presidente, Noemí Pascual. Llevo veinte años trabajando en la institución y nuestra actividad hubiese sido muy distinta si no contáramos con la colaboración de ellas”, concluyó Néstor Ruscio.

La Escuela de Educación Media Nº 13 nació el 15 de octubre de 1935 como “Escuela Nacional de Comercio Nº 1”. En ese entonces, 140 alumnos de la zona, como así también de Quilmes, Lomas de Zamora, Lanús y Adrogué, fueron distribuidos en cuatro divisiones de primer año y en otra de segundo, en la sede de Beruti 216.

El primer director, de carácter interino, fue el Inspector Florencio Jaime, quien en 1935 le dejó su cargo a la primera autoridad elegida por concurso, que fue el contador Miguel Borau y que permaneció veintidós años en el puesto.

Debido al crecimiento de la matrícula, en 1938 se alquiló el actual edificio de Beruti 263, por el cual hasta el día de la fecha se sigue pagando el alquiler correspondiente. Hasta 1942, los varones cursaban por la mañana y las mujeres por la tarde, hasta que la por entonces directora, Artemisa Miranda de Cavilliotti, transformó en mixto ambos turnos.

En 1994, con la reforma educativa, la Escuela fue transferida a la provincia de Buenos Aires pasándose a llama Escuela de Educación Media Nº 13, denominación que mantiene hasta el día de hoy.

Consultado sobre el contraste entre los años de apogeo y la actualidad de la escuela, Oscar Matucheski expresó que “si tengo que resumir cómo fueron los últimos veinte años estaría cayendo en una nostalgia, hoy por hoy estamos en un momento en el que hay que mirar hacia delante y no quedarnos en lo que fuimos, hay que pensar en lo que queremos llegar a ser como colegio y como comunidad educativa”.

“Hay que tener una mirada hacia delante para que nuestros alumnos crean que hay un futuro posible y que ellos son partícipes de ese futuro, sin descuidar lo que pasó y el presente, pero proyectándose a un mañana”, finalizó el vicedirector.
La Escuela de Educación Media Nº 13 nació el 15 de octubre de 1935 como “Escuela Nacional de Comercio Nº 1”. En ese entonces, 140 alumnos de la zona, como así también de Quilmes, Lomas de Zamora, Lanús y Adrogué, fueron distribuidos en cuatro divisiones de primer año y en otra de segundo, en la sede de Beruti 216.

El primer director, de carácter interino, fue el Inspector Florencio Jaime, quien en 1935 le dejó su cargo a la primera autoridad elegida por concurso, que fue el contador Miguel Borau y que permaneció veintidós años en el puesto.

Debido al crecimiento de la matrícula, en 1938 se alquiló el actual edificio de Beruti 263, por el cual hasta el día de la fecha se sigue pagando el alquiler correspondiente. Hasta 1942, los varones cursaban por la mañana y las mujeres por la tarde, hasta que la por entonces directora, Artemisa Miranda de Cavilliotti, transformó en mixto ambos turnos.

En 1994, con la reforma educativa, la Escuela fue transferida a la provincia de Buenos Aires pasándose a llama Escuela de Educación Media Nº 13, denominación que mantiene hasta el día de hoy.

Consultado sobre el contraste entre los años de apogeo y la actualidad de la escuela, Oscar Matucheski expresó que “si tengo que resumir cómo fueron los últimos veinte años estaría cayendo en una nostalgia, hoy por hoy estamos en un momento en el que hay que mirar hacia delante y no quedarnos en lo que fuimos, hay que pensar en lo que queremos llegar a ser como colegio y como comunidad educativa”.

“Hay que tener una mirada hacia delante para que nuestros alumnos crean que hay un futuro posible y que ellos son partícipes de ese futuro, sin descuidar lo que pasó y el presente, pero proyectándose a un mañana”, finalizó el vicedirector.

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