Viejo Mercado de Abasto de Avellaneda: un patrimonio de la ciudad industrial. De la teoría de la salvaguarda a la práctica de la vida cotidiana 

Por: Arq. María Descole; Arq. Paula A. Tassone; Luciana Rizzi; Pablo Devita. (3° entrega)

Suele decirse que sin comunidad no hay patrimonio, pues el significado que las personas atribuyen a un objeto, edificio o tradición es lo que da origen al deseo de conservarlo y en consecuencia, lo convierte en patrimonio. ¿Pero todas las comunidades valoran de la misma manera? ¿Desde dónde podemos valorar al Viejo Mercado de Abasto de Avellaneda para considerarlo como patrimonio?

Valores en el Viejo Mercado de Abasto
La valoración, junto al estado general de un edificio, es la base para decidir cómo mantenerlo y extender su vida para el disfrute humano. Son los múltiples actores de la comunidad quienes identifican el patrimonio que encarna su identidad y expresa la memoria colectiva. Para avanzar en este punto es oportuno ampliar aquí la noción de valoración.

¿Qué es valorar?
Valorar “Resulta de reconocer una calidad en el objeto, ya sea originaria (intrínseca del objeto unida a su origen) o adquirida (obtenida por su uso o resultante de un elemento extrínseco). “No hay valores absolutos, ni eternos o permanentes, sino aquellos que las diferentes generaciones transfieren a los objetos… Todo lo que se seleccione como patrimonio deberá obedecer a alguna cualidad de rememoración o testimonio de vida social – cultural histórica. Podemos remarcar los valores que se identifican a lo urbano, a lo arquitectónico, a lo artístico, a lo simbólico, a lo antropológico, etc.” (1) Mientras, la Carta de Washington sobre ciudades y centros históricos es muy precisa acerca de los valores a tener cuenta para conservar en áreas urbanas. En su enumeración cita tanto la trama (el tejido o dibujo que se aprecia en un plano como la parcelaria (la forma y dimensiones de los lotes), las relaciones entre lo construido y los espacios abiertos, la conservación del exterior como también del interior de los edificios, el respeto por las
relaciones entre la población y el contexto urbano y natural y las funciones históricas de una ciudad, en este caso: la función y la vocación industrial.

Por eso, además de la importancia histórica mencionada en el artículo anterior, los principales valores que se pueden rastrear en el edificio del viejo Mercado se refieren a su importancia urbana, su valor de utilidad y su aporte tipológico como ejemplo de una familia de edificios.

Viejo Mercado: valor patrimonial urbano
En el viejo Mercado, al valor histórico al que nos referimos el martes pasado, agregaremos el valor urbano, es decir, el valor singular que tiene dentro de la ciudad.

En principio el Mercado no es igual a otros edificios de Avellaneda. Por ejemplo, ocupa toda una manzana que – además – tiene la particularidad de ser triangular. Al exceder la mera escala arquitectónica para constituirse en una pieza de alto valor en la ciudad surge la adjudicación del valor urbano. La posición del Mercado en la trama y la forma particular de la manzana definen lecturas peatonales alternativas a las que ofrece la cuadrícula. Ahora bien, ¿Qué ocurre en este lugar donde las calles no son rectas y las manzanas son tan irregulares? ¿Por qué en las inmediaciones del viejo puente Pueyrredón no se encuentra el trazado de calles rectas con manzanas cuadradas tan típicas de las ciudades fundadas por los españoles en América? La respuesta se halla en la formación del pueblo primitivo.

 

Desde el Siglo XVII el pueblo de Barracas al Sud creció espontáneamente en torno al Riachuelo y al Camino Real del Sud. La ausencia de una cuadricula temprana dejó su huella en una interesante trama irregular que – siguiendo los preceptos de la Carta de Washington (1987) – constituye parte de su patrimonio urbano. En la cartografía del pueblo se advierte la diferencia con aquellos poblados que siguieron un damero previo. El casco histórico (no fundacional, porque no hubo fundación previa alguna)
creció siguiendo caminos que partían del Puente de Gálvez (Puente Pueyrredón viejo) hacia Ensenada, Las Higueritas y Las Cañuelas. Y calles menores que entrelazaban los saladeros entre sí y los vinculaban con los caminos principales mencionados. Así surgieron manzanas poligonales ya consolidadas por las construcciones que se encontraban al dibujar el primer plano del poblado saladeril. En 1853 se creó el
Partido de Barracas al Sud y una de las primeras acciones del Juez de Paz Martín de la Serna fue encargar un plano de relevamiento cartográfico. Fue el Agrimensor Mariano Moreno y Cuenca el encargado de la tarea. Esta suerte de foto aérea de lo existente entre 1854 y 1856 refleja lo dicho: no hubo plano rector previo. Moreno relevó y dibujó el casco urbano de Barracas al Sud en esos años. Al reconocer en este plano las calles con su denominación actual, podemos decir que el viejo Mercado se encuentra dentro de lo que constituyó el casco histórico de Avellaneda.

 

El Mercado se inserta en una manzana atípica de forma triangular dando lugar a una de las características más interesantes de este edificio. Originalmente la manzana era mucho mayor y pertenecía a la fábrica metalúrgica Ferrum. En 1927 fue publicado el Catastro Randrup del Partido de Avellaneda (obra de los Agrimensores Máximo Randrup y Ernesto Bertomeu). Allí puede verse la Manzana número 5 correspondiente al Mercado delimitada por las calles Monseñor de Andrea, España y Colón.

¿Qué es un tipo arquitectónico?
A modo de introducción del tema siguiente afirmamos que no se puede soslayar el valor tipológico del viejo Mercado. En el próximo artículo intentaremos justificar el valor tipológico del viejo Mercado en relación a los ejemplos surgidos en Europa y América latina. (Continúa el martes próximo)

 

Por: Arq. María Descole; Arq. Paula A. Tassone; Luciana Rizzi; Pablo Devita 

*Artículo basado en la ponencia “Viejo Mercado de Abasto de Avellaneda y su re funcionalización para usos culturales y educativos”, presentada en las Primeras Jornadas de Patrimonio Cultural Universitario de la Universidad Nacional de Córdoba realizadas del 11 al 12 de agosto de 2016.

(1) CRITERIOS DE MANEJO E INTERVENCION EN EDIFICIOS CON VALOR PATRIMONIAL. Dirección General de CASCO HISTÓRICO. Ministerio de Cultura. Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. (2005)

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